La fiebre de Terranea

Habian pasado ya unos cuantos días desde que Hyunkel y Aria habían regresado a la Torre. Ya habían presentado el informe correspondiente de lo que les sucedió y les habían interrogado almenos unas cuatro veces tanto por separado como en conjunto. De hecho, sus compañeros de linaje se habían llegado a preocupar de que la mandasen al despacho de la directora con tanta frecuencia. También la habían notado inquieta y con problemas de sueño y es que las pesadillas eran cada vez más recurrentes. No podía olvidar el rostro de Erisand o el de Oberon. Esos dos si que infundaban pavor.
Incluo la cara de aquella criatura que había terminado de ser devorada por aquella bestia frente a ellos.

Había terminado por contarle a sus compañeros lo sucedido aunque habia omitido algún que otro detalle significativo de como los habían extorsionado emocionalmente para que por fin los liberasen de las ataduras. Habían jugado sucio para que Oberon fuese liberado en base al sacrificio de amor y sangre.

Se había visto con Hyunkel un par de veces e incluso habían quedado para verse al día siguiente pero aquel día la verdad es que necesitaba de Malkav. La verdad es que la distraía mucho y eso necesitaba en aquel momento. Reirse, distenderse, incluso hasta pelear un poco.

Aunque había empezado a sentirse extraña, como si cada vez que posase los ojos sobre aquel chico o cuando este le pasaba cerca, sentía un aroma dulzón, un algo que le llamaba la atención y la hacía prestarle más atención de la debida.

Habían salido a caminar y ahora se encontraba sentada sobre un tronco caído junto a él. Serían algo así como las tres de la tarde.

-Has estado usando el reproductor de música que te di entonces? Te ha gustado?.- Quiso saber, buscando su mirada con curiosidad.

Las noticias volaban por aquellos lugares, cualquiera diria que los planares tenian en su poder el arma de la comunicación que mantenia la sociedad humana en sus casas a disposición de cualquiera, cosa que los chicos aun no se creian demasiado ya que esas cualidades serian envidiadas en los planos, despues de todas las veces que Aria habia pisado el despacho de la directora era muy dificil ignorar precisamente que habian ido tantas veces, ya fuese por los criados o por los estudiantes con el tipico "ahi va otra vez".

Pero a su linaje le habia importado mas bien poco, justo en este caso estaban mas que acostumbrados, quizas fuese por este motivo por el que la nueva integrante del linaje Arcanto no hacia mas que estar a la altura del linaje al que pertenecia.

- Si... aunque es extraño, a veces te pone cosas como "actualizando" o directamente no entiendo porque no responde a algunos comandos... Es como tener una espada y que te corte alguna vez, te saca de quicio.

Dijo sonriendo mientras se lo devolvia de aquella manera, aunque habia escuchado todas las listas de reproducción que le habia dejado.

- Aun intento discernir algunos de los instrumentos cuando cantan y es increible que los cantantes de alli sepan poner voces tan extrañas, las voces de espectro les salen increibles.

Claramente el chico no sabia nada acerca de los moduladores de voz ni nada similar, por eso para el solo existia la forma tradicional de hacer musica.

- Ya se, seguro que alguno usa magia para conseguirlo, pero bueno, nunca fue aplicada a la musica, podria ser interesante para venderse aqui.

Añadio medio pensativo aunque divertido.

- Hay algo que queria decirte todo este tiempo Aria y es que me siento orgulloso de que estes yendo tanto al despacho de la directora, estoy seguro de que ella estaria muy aburrida si nuestro linaje no la entretuviese.

-Me alegra que te gustase.- soltó una ligera risa aceptando el reproductor de música. Se lo guardó en el bolsillo pensando para si misma que cuando hiciese una visita a su plano de orígen tendría que grabar un nuevo repertorio. La verdad es que no le emocionaba mucho volver, le daba algo de pavor. Había cortado todo tipo contacto con los cazadores aunque sabía perfectamente que excusa poner si es que volvía... y tendría que hacerlo porque se lo había prometido a Hyunkel. Pero no quería pensar en todo ese engorro preoupante, además... no podía. Los ojos de Malkav la tenían un poco encandilada.

-Bueno si.. podría decirse que tienen un par de truquitos. Aunque lo llaman teconología en lugar de magia.-

Arrugó un poco la nariz cuando mencionó aquello sobre verla ir al despacho de la directora con tanta frecuencia.

-Pues creeme.. me encantaría no entretenerla tanto. No ha sido bonito que esos dos... seres nos chantajeasen así. De cualquier forma no había nada más que hacer ¿Qué se supone que hubiese hecho? ¿Dejarle morir?.- y ahí se dio cuenta que quizás no le había contado todo con flor de detalles, pero si lo sucedido en general. Suspiró.

-Por un momento pensé que me iba a dejar tirada allí. Por fortuna no fue el caso. Se ve que en algo somos parecidos.- Dijo aquello por no soltar un "algo de aprecio parece tenerme o almenos no quiere perder su único lazo con el plano humano".

-Me comentaron los chicos que realmente te pusiste en protector con mis cosas cuando no estaba ¿Realmente me extrañaste mi retorcida semilla del abismo?.-

Malkav se quedo observando mientras hablaba la muchacha y le contaba, aunque le habia tendido el aparato el mismo se quedo pensando sobre lo que habia dicho de tecnologia, pero no terminaba de comprender quizas era simplemente que alli se llamaba asi en vez de magia.... Que importaba, ya aprenderia ese truco.

- Bueno bueno, tampoco es como que no le fuesen a extrañar, pero tampoco es como si lo fuesen a hacer, desde luego resuelve mas problemas de los que ocasiona, nosotros solo entretenemos gente... ¿Creo? Ah no cierto, tambien les ayudamos.

Entonces observo las palabras que decia la chica sobre sus cosas, aunque el tenia sus maneras era cierto que se habia puesto protector con sus cosas pero porque a el tampoco le gustaria que le tocasen nada de el, pero logicamente nunca iba a admitir ser buena gente.

- Obviamente, no iba a permitir que tocasen nada hasta que me hiciese el testamento falso un conocido, mira si Rowen agarra todos esos ungüentos y colores que usas... dios no me lo quiero imaginar probando combinaciones en su cara insoportable... Ademas estoy seguro que varias damas pagarian muchisimo por eso que llamas... ¿Macalaje?

Se echo a reir sin más sin poder evitar imaginarse a Rowen untado en todas sus cremas sin importarle en lo absoluto el haberlas combinado todas.
Desde luego debería de oler fatal, con todas esas cosas combinadas. Y ni hablar del tacto... todo pegajoso, oleoso.. puaj!

Cuando por fin pudo recomponerse un poco, mientras se limpiaba una lagrimita con el dedo, se enderezó y corrigió la palabra que este había pronunciado mal.

-Maquillaje.- La verdad es que ya venía siendo hora de confesarle al chico su verdadera naturaleza. Lo sabía... pero no podía evitar sentir temor. Aún así, sabía también que el temor no terminaría de sentirlo nunca hasta que por fin se quitase todo eso de adentro. Se golpeó a si misma las piernas con ambas manos, como pensativa y luego cerró los puños observandole con los labios apretados.

-Te he tomado mucho cariñó Malkav. Espero que lo sepas. A ti y a los chicos..
La verdad es que no me imagino sin ustedes.- Dijo con total sinceridad.
Había encontrado en ellos un refugio, un hogar, un espacio donde ser ella misma.

- Miquilliji, entendiste lo que quise decir, ademas solo tu sabes como diantres se llama esa cosa

Unos momentos despues Aria comenzo a decir todas aquellas cosas y de alguna manera pudo notarse como Malkav sonreia, se acomodo el copete que tenia en la parte de atras, en cierta medida era como si comenzasen a inflarlo y crecerse, pero solo estaba bromeando y hasta se atrevio a darla un toquecito de hombro con hombro.

- Oh vamos, sabes que somos irresistibles, desde el adinerado Rowen al grandullon de Olaff, y bueno ni que decir tiene mi sonrisa claramente, pero tampoco nos tires tantas flores o terminaremos creyendonoslo, tranquila no les dire nada a los chicos para que no tengas que consentirnos, mejor vuelca todo ese cariño hacia mi.

Dijo medio sacandola la lengua.

- Eres una buena compañera de linaje claramente, no me extraña que te pusiesen con nosotros eres nuestra razon en los momentos de necesidad.

Añadio sin mirarla, mirando en este caso al cielo mientras el agua de la fuente donde estaban sentados hacia ruido a sus espaldas.

Movió la mano haciendole burla cuando se puso a imitar la palabra mal dicha.
No podía evitar sonreír. Ya se le staban entumeciendo las mejillas nuevamente aunque seguia con el corazón atragantado en la garganta.

Intentaba ponerse seria para hablar con él pero no podía. Era bastante imposible dado que se lo estaban pasando tan bien. Después de lo de Oberon y Erisand, de todas las pesadillas, eran escasos los momentos en los que realmente podía sentirse completamente relajada.

-Si si.. siempre tan generoso tu. Estoy segura que no te molestaría en lo absoluto que centrase toda mi atención en ti. Te doy la razón.-

Le revolvió el pelo con la mano a modo de juego después de haber sentido el suave empujón de su hombro.

Luego le tomó la mano y se la dejó agarrada.

-Y estoy segura de que hacemos un muy buen equipo, que claramente a veces los bajo a tierra como bien dices. Pero me temo que no he sido completamente sincera. Los tres están al tanto del secretismo de mi verdadera naturaleza y estoy casi segura que más de uno lo ha podido deducir o hasta plantearselo. Se que evitamos el tema tanto ustedes como yo misma y se que no tengo por qué dar explicaciones. De hecho.. me aterra darlas. Pero me siento mal de ocultarles cosas. De hecho.. me ha estado incomodando desde hace meses.

Se mojó los labios.

-La verdad es que no pasó mucho tiempo desde que les conocí para que les tomase cariño. Creo que nunca me sentí tan... a gusto dentro de un grupo de gente. No querría que eso cambiase pero la verdad es que siento que si me sigo guardando las cosas voy a terminar asfixiandome.-

Cuando le revolvio el pelo de aquella manera noto como la pequeña cinta que utilizaba se soltaba, su pelo le cayo de frente y aunque riendose por aquel momento tomo de vuelta la cinta mientras se ataba nuevamente con agilidad el cabello, noto la mano de la muchacha sobre la de el mientras que de alguna manera escuchaba sus palabras atento a las mismas, alzo una ceja mientras que decia todas esas palabras que sin lugar a dudas la estaban carcomiendo por dentro.

- Oh vamos... ¿en serio te vas a sentir con remordemientos ahora? Se sincera, sabes de nosotros pero todos aqui de alguna manera tenemos cosas de las que no queremos hablar y nos respetamos por ello. Cada cual tiene su pequeño mundo interno que prefiere dejar tranquilo para no joderse ellos ni joder a los demas.

Dijo encogiendose de hombros aunque su mano fue a la mejilla de la chica agarrando su cachete.

- ¿Quieres contarnos algo? Hazlo, no quieres, no lo hagas, no te vamos a criticar ni a ver mal por ello pero mientras estes con nosotros sonrie. De alguna manera... es como ser familia como tu dices. Si bien Rowen es un creido, Olaff un gigante timido con gran corazon y yo un caradura, buscapleitos estafador, etc... Seguimos teniendo un pequeño huequito para el linaje. Son nuestras peculiaridades las que nos unen no las que nos separan.

Escuchó todas y cada una de sus palabras. Incluso le escuchó aunque su mano en la mejilla la llevó lejos por un instante, casi transportandola a todo un mundo interior tras esos ojos preciosos.

Salio de su ensimismamiento removiendo levemente la cabeza cuando este concluyó con sus palabras. Sonrió y de alguna forma cerró los ojos autoacariciandose contra su mano. No entendia por qué llevaba un par de días sintiendose algo estúpida cuando Malkav andaba cerca. Había notado que Olaff y Rowen habían comentado algo así como que había comenzado la época de la Fiebre de Terranea pero no tenía ni puta idea de a que se referían con ello.

Luego se inclinó hacia adelante y ella misma se abrazó a él cruzando ambos brazos por detrás del cuello del joven. Se pegó tanto como pudo y suspiró con alivio mientras hablaba contra su cuerpo.

-¿Cómo podría dejar de sonreír con ustedes cerca? Sería una tontería.

Escuchó el sonido de las hojas secas al quebrarse bajo el peso de algo/alguien. Reprochó para sus adentros aquello porque se había quedado con ganas de aspirar un poco más aquel aroma que desprendía el joven o que creía sentir pero la curiosidad la hizo separarse para observar de que se trataba.

Quizás fuesen el resto de sus compañeros, escondidos cual crios detrás de los árboles como si esperasen ver... no se. Algo. Era lo más logico que se le ocurría que pudiese aparecer al mirar en aquella dirección aunque a veces lo más lógico termina siendo lo menos seguro de que ocurra.

Noto aquellos movimientos de su compañera, de como se pegaba y se sorprendio en cierta manera, se olio a si mismo y no pudo mas que revolear los ojos mientras que aquello.

- ¿Es en serio? Jodida anatomia sabia que no tenia...

Empezo a decir justo antes de escuchar aquellos leves sonidos entre las plantas de los alrededores, si bien estaban en una plaza del pueblo era en uno de esos jardines que se encuentran por la zona creados de formas hermosas y seudo laberinticas que te llevan a diversos lugares. Se quedo extrañado ya que era un sonido demasiado grande como para tratarse de uno de esos pequeños roedores trepadores y planeadores que habia normalmente en esa zona, fijo su vision en una zona concreta y abrio grande los ojos.

- Aria cosita, pompon de algodon, entiendo si muy bonito pero...

La dio una serie de toquecitos para que mirase en la direccion que le indicaba, ya que de alguna manera, era como si aquella maleza se... ¿levantase?

Le apartó la mano para que dejase de darle esos toquecitos claramente molestos a pesar de la dulzura de sus palabras. Ahora que se lo pensaba, eran apodos hasta ridículos.

-Ya.. ya.- Dijo entrada en si buscando con la mirada hasta que por fin dio con lo que se empezó a levantar de entre los arbustos.

-Amigo tuyo?.- cuestionó en un murmullo preguntandose si eso sería amigo o enemigo.

No tenía idea de si eso era una criatura persé o una "persona" como él y ella. Ya había visto a Malkav en un estado parecido una vez ¿Era un él o una ella?

Se mantuvo atenta frente a las circunstancias. Lista para moverse si su compañero se movía o para escapar/contraatacar si la ocasión se ponía más peligrosa.

-No creo que viniese por consejos de peluquería..