Receso [Malkav]

Había logrado entrar en la Escuela de Magia y Hechicería. No había sido fácil pero se sentía orgullosa de haberlo conseguido. Aún se sentía abrumada por la prueba que le habían impuesto en sus sueños, antes de que el pergamino de aceptación apareciese en su mano pero allí estaba. Lejos de casa, del plano Material, ahora era pupila en la Torre de Hechicería. Muchos la ignoraban por ser bueva, pero también la respetaban medianamente porque el haber entrado en dicha escuela la posiconaba incluso por un poco más arriba que los sobrenaturales que no lo habían conseguido. Como casi todos los sobrenaturales detestaban a los humanos, no había hecho muchos amigos aún ya que daba cierto miedo el que descubriesen la raza a la cual pertenecía. Quizás ningun amigo la verdad. Pero si había tenido ocasión de asombrar a alguno de ellos o de incluso sembrar cierto interés con sus habilidades poco comunes para la raza humana, disimulano su naturaleza. Había sido dotada con la magia de los cambiaformas.

Esa mañana la tenían libre y les habían permitido salir a familiarizarse con el pequeño Mercado y alrededores. Muchos se encontraban cruzando el largo puente de piedra que separaba los predios de la escuela de los alrededores. Iba bastante callada y observaba con los labios apretados el panorama que se extendía a sus costados. Era un largo camino flotante y poco ancho. A sus costados agua y picos de piedra que surgían de la misma. La verdad es que no incitaba a saltar o a querer asomarse demasiado. No había barandal. Muchos habían decidido quedarse en la Torre ante tal panorama pero lejos de acobardarse, ella había querido empezar con el pie derecho sin demostrar demasiado temor ante aquel plano desconocido. Era su primera vez en Mistros.

Llevaba ropa de diario. Pantalones ajustados negros, botas, una remera larga que le tapaba el trasero y un cinturón ajustado a la cintura. Llevaba una pequeña bolsita sujeta a este último y elcabello completamente suelto el cual le ondeaba a causa del viento.

El muchacho habia entrado hacia aproximadamente un mes y ya le habian adjudicado un linaje, habia costado bastante ponerlo en alguno porque sus respuestas eran bastantes confusas en los examenes y rebuscadas, pero finalmente habian podido ver en que sentido iban sus aptitudes especiales pues ninguno habia entendido demasiado el porque habia sido aceptado. En esos momentos se presentaba con los lados de la cabeza afeitados y una trenza que se bamboleando de un lado a otro mientras cabalgaba en su caballo, aunque en ese momento iba bastante distraido y sin querer su voluntad se extendia alrededor mofandose en parte de las leves ilusiones que provocaba su poder cuando su caballo pasaba haciendo como si el mismo pisase un charco de barro y salpicase a la gente, alguien que estuviese muy atento se daria cuenta que eso seria imposible ya que el astro rey brillaba con fuerza desde hacia un par de dias.


Paso junto a una de las chicas que habia observado en una de las clases, le habian otorgado recientemente su linaje y no pudo resistirse a hacerla la novatada, cabalgo junto a ella provocando aquella misma reaccion viendola con las ropas que llevaba en esos mismos momentos y con una sonrisa en sus labios con el caballo al galope y una daga ornamentada colgada del cinturon.

El animal que montaba al otro animal pasó a su lado cual salvaje, salpicandola de barro. O eso creyó que hacía en primera instancia cuando se hizo de lado rapidamente por temor a que la pisase. Un autoreflejo sin lugar a dudas y ahora que se observaba las manos y las ropas de forma más centrada notaba que no había suciedad en ellas ¿Y el barro? Apretó los labios con cierto malestar entornando la mirada. Clavó sus grises ojos en el joven que parecía sin lugar a dudas divertirse a costa suya ¿Sería bueno contestarle? No quería hacer enemigos de buenas a primeras pero tampoco pensaba dejar que le tomasen el pelo. La dolía el hecho de que pudiesen subestimarla por ser una "simple" huaman.

Optó entonces por dejar que las puntas de su cabello se agitasen cambiando levemente de color. Se tiñeron de un color rojo furioso que fue subiendo de las puntas hacia las raíces en mechones dispares. Acompañó la imagen visual con un par de palabras mientras sus ojos cambiaban de grises a rojizos.- Pero que gracioso muchacho...- Si bien me había asombrado y podría notarlo, en ese instante mi orgullo me había regresado a la serenidad habitual.

El muchacho freno su caballo para poder ver la expresion en la cara de la muchacha, sin lugar a dudas lo que veria no seria la clasica muchacha asustadiza sino un rojo fuego que sin lugar a dudas parecia con ganas de devorarlo a el, a su caballo y a todo lo que se encontraba en el puente. Solto un leve silbido que ni siquiera llegaria a saber si la muchacha lo habia escuchado, pero era uno de esos silbidos que los chicos emiten cuando ven algo terriblemente llamativo o interesante. Giro su caballo en redondo con una sonrisita en sus labios y la trenza a su espalda. Los costados de su cabeza estaban rapados y la daga se movia con delicadeza en su cinturon mientras el caballo caminaba despacio hasta situarse junto a la chica.


- Te pido perdon, hay cosas que aun no controlo del todo. Aunque creo que es en parte por lo que estoy aqui. Dejame compensarte.


Dijo estirando la mano hacia abajo, dandose cuenta de lo mal que quedaba aquello desmonto tomando las riendas de su caballo, se quedo de pie junto a la chica y a diferencia de otros muchachos pudo verse que media menos que la media del lugar, 1.70 cm y entonces hizo una leve reverencia al mas puro siglo XVI algo pasado de moda para el lugar del que la chica venia pero muchas veces las tradiciones humanas no llegaban demasiado lejos de los portales pues estas eran reguladas por el gremio tambien.


- Malkav Hornwood, un gusto señorita...


Espero a que la muchacha se introdujese a si misma.

Estar en aquel angosto puente de piedra con alguien montado a caballo no la hacía demasiada gracia. Al menos no le faltaba demasiado trecho para terminar de cruzarlo y no es que fuese a caerse del puente si tenía cuidado pero él podría haberla atropellado y arrojarla fuera del camino si así hubiese querido. Inlcuso podía notar como a pocos metros de si algunos pasaban quejandose. Sin lugar a dudas habían sufrido aquellas bromas ilusorias también y ahora que el caballo por fin se estaba quieto se apresuraban para poder cruzar al otro lado sin volver a ser tomados como blanco de bromas.

La joven esperó a que él se bajase del caballo antes de presentarse. La verdad es que no pretendía estirar su mano para que él la tomase desde allí arriba por lo que, a pesar de ser una reverencia fuera de lo habitual para lo que ella estaba acostumbrada, se limitó a contestarla con una leve inclinación. No parecía ser un completo mal educado después de todo. Tenía que adaptarse a esa nueva época a la cual no estaba acostumbrada pero de la que si habia escuchado bastante. Claro... en algunos temas, porque todo lo sobrenatural era tema aparte. Podría haber costumbres parecidas a la antigua Edad Media del Plano material pero dudaba que todas esas costumbres fuesen iguales. Se andaría con cuidado.

-Aria Nigthly. Un placer supongo...- Suspiró e intentó no ser tan brusca, después de todo él se estaba disculpando ya fuese que realmente lo sintiese o no. Sonrió con suavidad.- Entonces tu también eres nuevo por aquí..

Asintio con la cabeza despues de ver como ella saludaba de aquella manera tan poco llamativa, quizas tendria que pedirle a algun conocido o miembro de su familia que le educasen un poco mas en cuanto a costumbres terrestres se referia, aunque quizas ella no fuese una terrenal sin lugar a dudas llevaba esa apariencia, bueno muchos de los de aqui la llevaban.

- Puede ser sincera señorita, de gusto tiene poco que alguien la salpique con barro, no soy tampoco una persona habitual en estos lugares.

Añadio mientras abofeteaba suavemente a su caballo que ya estaba otra vez tratando de comerse su propia capucha, estos malditos animales siempre trataban de arrancarte algo si te despistabas, al menos el suyo era casi mas un amigo que un animal comun.

- Llevo por aqui un par de meses, recientemente me han otorgado mi linaje, sin lugar a dudas no sera algo que celebrar pues el linaje conlleva estudio y toneladas de trabajo, pero supongo que tendra sus pros para las clases practicas.

Añadio colocandose a su lado y empujando con cierto esfuerzo a su animal que por fin se dio cuenta que no iba a ser montado por mas tiempo asi que dejo espacio a las dos personas.

-Lo siento.. no he recibido muy buenos tratos desde que he entrado a la Torre. Al menos no por parte del alumnado.. no debería desquitarme contigo. Después de todo fue un accidente.- Prefirió dejarlo expuesto de aquella forma y no darle muchas más vueltas al asunto. No estaría mal tener a alguien con quien conversar en buenos tiempos, para variar. Empezaba a extrañar la relación humana y no es que tuviese intenciones de ir a hablar a menudo con los profesores de la Escuela de Magia. No quería que sus compañeros la detestasen aún más.- Entonces quizás puedas enseñarme un poco el Mercado, si es que no llevas mucha prisa. Es la primera vez que abandono la Torre y la verdad es que de este punto hacia adelante aún no he recorrido nada. Sería una buena compensación.- Sonrió avanzando un poco. Ignoraba si él querría caminar a su lado realmente.- Linaje... a mi también me asignaron uno. Arcanto. -Quizás él le dijese ahora el linaje para el cual le habían seleccionado. Aún no conocía a sus compañeros de linaje puesto que la selección había sido muy reciente. No había tenido trabajos de grupo ni le habían presentado a sus compañeros de momento. Solo habia asistido a las clases comúnes.

El muchacho la observo por unos momentos asintiendo y despues encogiendose de hombros mientras le metia otro manotazo al caballo esta vez en la mandibula, parecia como si realmente el caballo le apreciase de sobremanera, como si de alguna manera el chico consiguiese atraerlo de aquella forma y lo suficientemente bien como para poder tratarlo de maneras tan bruscas.

- Digamos que es algo bastante comun tratarse mal entre razas magicas y humanos, aunque bueno, todos tenemos la misma apariencia cada uno puede venir de un sitio distinto.

Sus pasos lo llevaron al lado de ella mientras caminaba despacio, observando los alrededores mientras la escuchaba, sus botas hacian casi el mismo ruido que los zapatos de la chica, eran botas antiguas de monta de caña alta y aunque los arneses del caballo eran similares a los actuales podia verse el diseño antiguo del mismo, cuando le comento lo de acompañarla por el mercado sonrio notoriamente.

- Claro, ¿Por que no? Asi tambien podras explicarme como hiciste eso con los ojos y el pelo, que por cierto, aun mantienes, pareces una Lumia Arcana, dicen que brillan con luz propia.

El chico parecia tratando de adivinar su raza, aunque sin lugar a dudas no era sencillo porque la mayoria de ellos mantenian aquella apariencia humanoide por respeto a la regente de la escuela. Entonces la escucho y se coloco delante de ella soltando las riendas del caballo haciendola detenerse y agitando las manos.

- WoW WoW WoW, para un momento, ¿Dijiste Arcanto? No me jodas... ahora a la fuerza tendre que intentar hasta llevarme bien contigo por las dudas... menuda presion.

Añadio mientras resopabla. Se desabrocho la chaqueta dejando ver un pequeño colgante con un broche atado a el.

- Malkav Hornwood, linaje Arcanto

-Bueno, siempre se me ha dado bien lo de cambiar de aspecto... no es lo único que puedo hacer en cuanto a cambiar...- Resultaba divertido y agradable que no la tratase como una humana común y corriente. Quizás solo se le había acercado pensando que realmente no se trataba de una humana común sino de alguna Sobrenatural con capas de ilusiones encima. Fuese por lo que fuese al menos estaban teniendo una conversación agradable. Y de todas formas, fuese o no humana, también podría pertenecer a otra raza enemiga por lo que eso daba igual. No se iba a dejar llevar por esos impulsos ni se los haría ver. Él no demostraba agresividad y ella no tenía por qué demostrarsela tampoco.

Resultaba bastante curioso el trato particular que Malkav parecía tener con su caballo ¿Sería su Familiar? Quizás lo tenia desde que era un potrillo y eso era todo. Todo parecía tomar un rumbo normal, demasiado para tratarse de un plano plagado de sobrenaturales. Por supuesto, todo dio un giro de 360º cuando el muchacho le hizo detener el paso ubicandose frente a ella. Lo primero es que todo se había torcido pero afortunadamente parecía tratarse de otra cosa. El destino podía ser bastante curioso o las casualidades... a saber que es lo que fue pero parecía ser que ambos estaban enlazados. Quizás el tema de su habilidad para cambiar de aspecto habia quedado de lado.

Cuando dejó de agitar las manos y se abrio las ropas enseñandole el colgante separó los labios lista para contestarle aunque con cierta duda en la voz. No esperaba que él fuese a ser de su mismo linaje, no lo esperaba para nada.
-Oh... esto es.. insesperado.- Si, esa era la mejor palabra para lo que estaba ocurriendo en aquel momento.- Bueno, supongo que podríamos llevarnos bien sin tener que forzarnos a ello. Digo... no creo ser tan desagradable para que tengas que finjir. El tiempo dirá. Y en todo caso... supongo que encontrariamos la forma de resolverlo.- Ahora si que había algo más de tensión en el aire. Mis ojos se clavaron en los suyos con dudas. La verdad es que no tenía intenciones de llevarme bien. Intenté sonreír con algo más de confianza. Me salió una sonrisa suave pero sincera. Regresé mi cabello y ojos a su color real.
Metí la mano dentro de la bolsita que colgaba de mi cinturón y saqué de la misma el broche con la insignia del Linaje. Dejé la palma de la mano boca arriba exponiendo aquella pequeña pieza marcando un poco más aquella realidad.- Supongo que ellos sabrán por qué nos han colocado juntos... solo es cuestión de que nosotros lo descubramos.

- Bueno bueno, tampoco vamos a darnos tanta importancia no tengo porque llevarme bien contigo, solo lo suficiente para que aprobemos.

Se cruzo de brazos como si el chico hubiese estado decidido desde un principio a que nadie de su linaje le caeria bien, en ese momento el caballo le mordio la parte trasera donde llevaba la capucha y pego un fuerte tiron, Malkav lo agarro para que no lo ahogase mientras el caballo mascaba el pedazo de tela, mientras el chico trataba de sacarselo de la boca.

- ¡¡¡¡FILIP!!! ¡¡ASI LE QUITAS SERIEDAD A MI DECLARACION!!! diablos...

Dijo consiguiendo de vuelta su prenda sonriendo a la muchacha.

- Bueno, gracias a la generosa accion de ESTE...

Dijo pateandole la pezuña al caballo el cual ni lo noto mientras aun mascaba un pedazo de la ropa del chico y otros jovenes algunos que tambien habian sido "salpicados" por el joven sonreian ante la escena y algunas chiquillas se reian por lo bajo al mas puro estilo novelesco.

- Mi ficticia declaracion de enemistad ha sido desechada. Podemos intentar llevarnos bien...Luego nada de forzarse a ello, simplemente intentarlo.

La apunto a la muchacha con el dedo como si realmente la estuviese acusando de algo que todavia no habia hecho, pero que estaba seguro que haria en algun momento, eran exactamente las palabras que ella habia pronunciado, pero como habia quedado asi de mal por culpa de su caballo estaba tratando de arreglarlo.

Entornó los ojos como si estuviese analizandole a fondo pero evidentemente luego de semejante escena no había forma de mantener la seriedad por mucho rato. Finalmente soltó un suspiro y continuó caminando con lentitud notando como algunas chicas se reían al pasar ¿Cómo afectaría eso al muchacho? No parecía ser de los que se dejasen afectar por las circunstancias.- Bien... es cuestión de intentarlo. Ahora enseñame el mercado y si conseguimos donde "estacionar" tu caballo quizás te invite a tomar algo. Supongo que sería una buena forma de empezar. Quizás hasta te deje ver un poco más de lo que soy capaz de hacer.- Dijo manteniendo la intriga en el aire puesto que era algo que le gustaba hacer.

No tardaron demasiado en abandonar el puente y llegar del otro lado. Frente a ellos se encontraba la entrada al "pueblo mercantil" y unas casitas de aspecto alegre pero humilde les daban la bienvenida con sus fachadas de piedra. Una mujer con una pañoleta blanca en el cabello se encontraba regando unas flores que había colocado en un macetero de la ventana del segundo piso mientras que unos cuantos niños jugaban con unas piedritas de colores sobre unos pentagramas extraños que habían trazado en el suelo. Era un juego desconocido para la humana por lo que se le quedó observando con cierto interés.

Observo por unos momentos a la muchacha mientras hablaba y su pelo y apariencia volvian poco a poco a su apariencia normal, o bueno a una no tan "deslumbrante" aunque sin lugar a dudas no estaba demasiado afectado por la escena que le acababa de hacer tener su caballo, era como si todo se lo tomase con humor, no perdia la sonrisa del rostro.

- Esta bien, aceptare ese trago aunque insistire en pagarmelo yo, invitarme a beber contigo sera suficiente para empezar, no debemos empezar debiendonos algo. Aunque dependiendo de la region se suele dejar un trago pagado con la excusa de volver a reunirse porque me o te debo uno... Veremos como ocurre todo y si al final decido deberte o que me debas.

Dijo encogiendose de hombros mientras continuaban en ese momento entrando en el distrito mercantil del pueblo observando todo alrededor, con esa mirada como entre resignada y graciosa señalo a su caballo mientras continuaban andando.

- ¿Este? Si claro, aparcalo a ver que te hace, se aparca solo el potrenco loco...

Le pego un mordisco pero como si el joven ya se lo esperase se hizo a un lado palmeandole la mandibula con cariño. Cuando observo a la mujer regando las flores se acerco levemente y la comento algo, a lo que la mujer sonrio aunque casi mas por cumplir que otra cosa.

- Digamos que en esta zona puedes conseguir de todo, aunque te recomiendo los manteros, suelen ser iguales pero mas baratos, mas en este lugar donde a veces la harpía de la directora suele ser algo usurera.

-Entonces ya veremos luego si yo decido aceptar deberte algo en caso de que cambies de opinión.- Esto se lo dijo de forma un tanto más coqueta y pícara cuando él regreso a su lado tras hablar con la mujer de la ventana. No era un coqueteo de esos que dices "esta se me va a tirar encima", sino uno más tranquilo, de jugueteo. Se acomodó el cabello suelto con la ayuda de ambas manos y se dispuso a observar al caballo.- ¿Dejarás que bebamos algo? ¿Puedo sobornarte con una zanahoria?.- Le dijo como si este pudiese entenderla aunque la verdad no esperaba que eso sucediese. Le pareció más amigable decir aquello que ignorar la presencia del animal. A demás el mismo se hacía notar.

-Creo que no le tienes demasiado cariño a la Directora ¿Tan mala reputación tiene?.- La verdad es que no había escuchado demasiado sobre aquella mujer y la había visto en contadas ocasiones. A penas dos veces en su vida y todas muy recientes.- Tenga cuidado jovencito... le puedo asegurar que aquí hasta las piedras escuchan.- Le aconsejó una mujer anciana que parecía haberles estado escuchando. Llevaba consigo una cesta de manzanas muy rojas y apetitosas.

Malkav volvio y entonces aun sonriente por ese juego raro que traia la nueva la hablo con calma.

- No, no es que no le tenga apego, es lo que dicen. Si es cierto que sin ella este plano no existiria pero tambien que creo que en parte se aprovecha de ello, es un tanto elitista pero tambien de otra manera no podria manejar un monopolio de una ciudad propia que tiene pueto. Es mas, aun me gustaria saber de donde ha sacado tantas especies comestibles de pescados.

Dijo mientras observaba como el caballo se iba tras haber escuchado a la muchacha y se quedaba esperando a la puerta de una taberna sin molestar a Malkav ni a ella, la verdad que se quedo un tanto extrañado, alzando una ceja y con la boca medio abierta. Aquel cabezon nunca dejaba de hacer el intento por arrancarle un pedazo de oreja pero en ese momento era un caballo tan manso... Cerro la boca y pego un saltito al no haber advertido la presencia de la vieja.

- Por dios señora, las piedras escuchan y usted hace menos ruido que mi sombra, casi me muerdo la lengua...

Añadio respirando observando la situacion.

La chica se sobresaltó de igual forma, quizás un poco menos. Apretó los labios y luego los aflojó con cierta duda mientras sus ojos grises se clavaban en los de la señora.

-Esperemos que las piedras sepan entender que no era un comentario mal sano sino un simple comentario. Ambos somos bastante nuevos por aquí y solo es algo que hemos escuchado. Todo pueblo tiene rumores ¿Cuánto por una manzana?.-

Le preguntó con voz dulce y suave llevando la mano hacia la bolsita que colgaba de su cintura. La mujer pareció dispuesta a olvidarse de ese comentario al ver el pequeño saco de dinero.

- Un dobón de oro y te doy toda la cesta.- .-

-Esta bien, un doblón de oro pues.-

Le pagó y se hizo con la cesta. Le parecía justo dejarle algo de comida al caballo después de que pareciese portarse tan razonable al fin de cuentas. Una conducta hasta extraña para un caballo.

- Espero no te importe que sobrealimente un poco a tu criatura ¿Puedo?.-

Preguntó acercandose en dirección al animal.

- ¿A ese jamelgo escualido? Dale todo lo que quieras a ver si se le pasa el hambre y deja de intentar arrancarme una oreja.

Observo a la vieja mientras se iba como se metia el doblon en la boca y trataba de doblarlo para comprobar su autenticidad, sin lugar a dudas parecio satisfecha cuando lo hizo desaparecer bajo su manga. Malkav la observo un poco mas y entonces volvio su atencion hacia la muchacha que alimentaba a su caballo.

- Podemos seguir caminando o tomar algo en una taberna que esta cerca de aqui, se llama el Puercoespin Danzarin. Es un gracioso nombre y creo que todo viene dado por una anecdota graciosa.

Se coloco las manos detras de la nuca protegiendosela del sol mientras que los lados afeitados de su cabeza dejaban ver alguna que otra gota de transpiracion.

-Bueno... quizás recorrer un poco más antes de ponernos a beber estaría bien ¿Seguro que él puede quedarse allí?.-

Aún no entendía como parecía ser que en este plano todos dejaban sus cosas por allí y nadie parecía tomarlas. Al menos no si eran muy abultadas y grandes, dificiles de ocultar. En el plano Material sin lugar a dudas te desvalijarían sin pensarselo dos veces y ni siquiera tendrías que darte la vuelta para que eso sucediese a tus espaldas porque irían de frente de ser necesario. Le dejé la canasta de manzanas en el suelo.

- Ojalá las disfrutes.- Le dije al caballo estirando la mano para dejarle oler mi mano.- Bueno. Ahora si ¿Qué me enseñarás primero?.- Se me notaba ansiosa. Había bastante gente pero no resultaba dificil caminar de todas formas. Podíamos abrirnos paso entre el gentío sin tener que empujar a nadie. Al menos en aquella zona. Habría que ver como resultaba todo más adelante.

El joven comenzo a darse algunos golpecitos en la barbilla mientras andaba sin rumbo fijo, dejando al caballo alli atras mientras que la joven se despedia de el.

- No te preocupes por Filip, el sabe volver al establo de la torre, los animales no son atacados por las defensas que tiene, para los que no poseen autorizacion en cambio es otro asunto.

Dijo mientras esquivaba un carromato y despues volvia a juntarse al final del mismo con la muchacha. Sin lugar a dudas el gentio iba haciendose mas pronunciado pues parecia que estaban por llegar a una pequeña plaza donde un hombre con un laud de siete cuerdas, uno de los instrumentos mas dificiles de tocar, su pelo rojo brillaba a la luz del sol como si del fuego se tratase y unas suaves notas parecian acunar la plaza que a pesar del gentio parecia moverse a camara lenta.

- Dime algo ¿Que es lo que mas podria llamarte la atencion en el mundo? ¿Que es lo que mas quieres?

Volvieron a juntarse en cuanto el carromato terminó de pasar. Parecía ser que el gentío se debía a la interpretación que estaba dando aquel pelirojo que tocaba el laud. La verdad es que tocaba bastante bien y daban ganas de detenerse a escuchar un rato aquella melodía pero la compañía que tenia a su lado le era más atrayente. No todos los días tienes la oportunidad de conocer a tus compañeros de linaje de la forma en la que se habían terminado por conocer aquellos dos.

-La verdad es que todo lo que quiero de momento, es demostrar que doy la talla en este sitio, aprender realmente todo lo que pueda sobre hechicería. Y bueno, si se da la oportunidad de aprender algo más sobre herbolaria, pociones, venenos u antidotos bienvenido sea ¿Por qué? ¿Qué es lo que tu más quieres en el mundo?

No tenía aspiraciones demasiado raras ni sueños muy especiales... o quizás si pero aún no se había puesto a pensar en ello realmente.

-Y supongo que también me gustaría poder conocer Terranea. Quizás tenga suerte y nos asignen alguna misión allí cuando avancemos un poco.

La verdad que se quedo un poco ensimismado con la musica que en esos momentos brotaba del laúd que el chico portaba consigo, sin lugar a dudas la musica tenia muchisimo sentimiento capaz de arrancar las lagrimas de las hadas y el corazon de una lumia. Era como si la misma musica caminase por el aire hasta llegar a uno y que con una dulce caricia tocase tu rostro.

Entonces las palabras de la muchacha la sacaron de su pensamiento y de aquel hechizo que se habia creado, entendia porque las personas se agrupaban en torno al chico de rojo cabello pero ahora su ser regreso al haber sido la muchacha sincera en todo lo que queria, el chico no alzo demasiado la voz, como si pensase que podia romper semejante efecto.

- De magia aprenderas lo suficiente y tendras talla de sobra, quizas lo que te gustaria visitar entonces seria el sector herborista e invernaderos de la zona. Aqui hay plantas que logicamente no conoceras al no ser de tu plano de origen.

Quizas se sorprendio levemente al escucharla hablar sobre Terranea y sus deseos de visitarla.

- No es la gran cosa...

Susurro para si mismo ya que si que conocia el plano. Una vez mas llevado quizas por un encanto de la musica hablo mas de lo que deberia.

- Un lugar, un futuro donde la magia y la tecnologia pudiesen convivir sin tener que destruirse la una a la otra...

Al cabo de un momento despues de aquella frase que aunque no habia sido susurrada tampoco habia sido dicha en voz alta alguien podria haberlo escuchado y mucha gente era contraria a ese pensamiento.

Apretó los labios con algo de dudas. Quizás Malkav no era como todos los sobrenaturales después de todo. Al parecer tenian algo en común y era el ir realmente en contra de las masas. Ella no estaba del todo de acuerdo con la asociación para la que trabajaba secretamente y él parecía no estar de acuerdo con el pensamiento unilateral de los sobrenaturales acerca de la teconología y la buena convivencia. Quizás ambos estaban en aquel plano por la misma razón, más allá de los interes que pudiesen atraer a otros.

-Bueno, supongo que eso podrías hacerlo. No un plano quizás pero si el encontrar un pequeño sitio el cual puedas convertir en eso que buscas. Cuando regresemos a la Torre te daré algo ¿Vale? Solo recuerdamelo. Si la teconología es lo que te atrae, tengo algo para ti.

Tiró de su mano para apartarle egoistamente de la música y se decidió a lo que había venido.

-Vamos al sector herborista y mientras tanto.. hablame de Terranea ¿Conoces el plano? ¿Cómo es?

Cuando tiro de su mano se dejo llevar aunque se dejo clavado en ese lugar pensando en la dulce melodia que dejaba atras, sin lugar a dudas a el no le interesaba la tecnologia, es mas la misma destrozaba mas cosas de las que creaba muchas veces en su cruel avance, aunque debia admitir que algunas quizas pudiesen ser utiles ya que la polea era parte de su vida y lo seguiria siendo para muchos y eso era tecnologia tambien.

- En realidad interes no, curiosidad de porque no puede simplemente evolucionar despacio sin tener que arrasar con cosas a su paso.

Pero despues le saco el plano a relucir mientras que él la hizo girar para el lado que correspondia del sector herborista. Increiblemente Filip no les habia seguido y hasta empezaba a pensar que quizas ella tenia un toque particular con los animales.

- Si, estuve alli, es un hermoso plano, tienes bosques, montañas y grandes rios y mares. Depende tambien mucho de que partes quieras conocer o que reinos, hay planos mas grandes que otros y el de Terranea es uno de los mas grandes y por eso tiene varias razas en comparacion a otros.

-Bueno, yo puedo sacarte algunas de esas curiosidades. Por eso no hay problema.

La verdad es que hasta se pensaría si llevarlo a su propio plano en un futuro si es que él se lo pedía y terminban por hacerse grandes amigos pero no era algo en lo que quisiese pensar ahora ya que era de por si peligroso dada su posición en la facción.

-Lo que me interesa son esas hierbas que quizás en mi plano no existen, caracolas de colores y formas extrañas... que se yo, detalles. Quizás no sean cosas muy caras pero si especiales. Algo diferente.

Giraron guiados por el chico y pronto empezaron a aparecer algunos manteros y puestos callejeros. Le recordaba un poco a las plazas y parques de su plano pero sin el verde puesto que allí todo era adoquinado y con fachadas más medievales. Se quedó parada observando unos cordones de los cuales colgaban pequeños dijes con runas y dibujos extraños. La verdad es que había cosas muy bonitas aunque ignoraba si eran simples chucherías o si cumplían algún otro propósito.

Aún no le había dicho de que plano procedía pero quizás él se lo pudiese imaginar. O quizás solo estuviese pensando que ella se hacía la tonta y realmente conocía Terranea.

El asintio levemente y se inclino hacia adelante como para susurrarla en el momento en el que entraban en la zona mantera donde algunos ya pregonaban sus productos. Se pudo observar a un graduado de guerrero pasando delante de los manteros sin hacer absolutamente nada, excepto hasta que se cruzo con uno que entonces intercambio unas breves palabras y una bolsa cambio de mano.

- ¿Y cuanto me saldrian a mi esas curiosidades?

La dijo en el oido, normalmente todo tenia un precio y las cosas traidas del plano terrenal eran de las mas cotizadas porque habia que jugarsela para con el gremio y tambien quizas llegar a jugarse uno mismo el pellejo.

- Aquello que ves alli es una gladis moriros, hay algunas de ellas ue dan precisamente frutos y otras que en realidad producen un veneno extremadamente potente, depende mucho de que tipo de tallo tenga, en ese caso parece ser una de la que dara frutos venenosos y eso se debe a la forma en que ha crecido, si la hubiesen cuidado mejor habria crecido recta, sana y fuerte y habria llegado producir ese delicioso fruto, en este caso se saca por el leve torcimiento del tallo de la flor en direccion contraria a donde esta el sol.

La explico mientras seguian caminando como si en realidad no estuviese hablando en ningun momento de trafico de ningun tipo.

-Hmmmm ¿Qué te parece que me enseñes lo que sabes? Pareces saber bastante de plantas de por aquí.-

Siguió pasando a su lado tentada de comprar una de esas plantas pero si él decia que la misma no había crecido en la mejor de las condiciones, bueno... habría que pensarlo dos veces. A demás no estaba segura de que la dejasen ingresar a la torre con una de esas. Aún no conocía demasiado sobre esas restricciones. Quizás el meter alguno de los frutos si fuese posible pero la planta en si ya era un tema más complicado a demás de que pregonaba una producción mayor de frutos venenosos.

Fuese uno a saber cual era el trabajo por el que le habían pagado semejante bolsa a ese hombre. Prefirió no meterse en asuntos que no eran suyos.

-En verdad no te cobraría por ellas... podría prestartelas y bueno, quizás podría conseguirte algunas de las más caras si me ayudas a pagarlas. O siempre puedes ganartelas. No creo que tengas demasiados problemas mientras no las andes mostrando, a mi en particular me permitieron traerlas.-