Atrapados en Dissura

El muchacho acomodo las manos para un baile lento haciando caso omiso de la gente que habia alrededor, casi parecian dos personas normales, si bien no llevaba su armadura puesta llevaba la espada en la vaina como era debido, jamas se separaba de ella sabiendo todo lo que podia llegar a representar ese momento tan peculiar.

- No deberias temerlos si realmente confias en ellos.


Fueron sus unicas palabras mientras continuaban con los bailes, era como si la musica se apagase poco a poco durante la conversacion como si el final de la misma fuese haciendose mas y mas tenue hasta desaparecer la pieza de baile.

- Yo con Mae tengo esa confianza. Sabe mis objetivos, tranquila, no sabe lo tuyo.

Dejó que la guiase aunque realmente siempre le había costado dejar que la dirgiesen de aquella forma.

La verdad es que en aquel entonces casi que podría haberse olvidado de donde estaban, de lo que habían venido a ver. Todo lo que importaba era aquel momento de sinceridad que podían estar teniendo. Sonrió observandole a los ojos durante un rato sin decir nada pero finalmente le contestó.

-Supongo que tienes razón. Intentaré encontrar las palabras adecuadas y rogar que no me quemen en la hoguera o lo que sea que les hagan a los de mi tipo.

Sabía que él había jurado cuidarla porque ella así se lo había hecho jurar a cambio de ayudarle contra los cazadores pero no iba a pedirle que se inmiscuyese enserio.
Le pareció justo ser sincera con él.

-Hace ya algún tiempo tuve que romper lo único que me conectaba con el plano material. Debería dar señales de vida pronto.. o no, aunque creo que lo más cobarde sería no darlas y quedarme aquí todo lo que pudiese.

La verdad es que la idea de portarse como una cobarde y desaparecer de su lugar de origen era tentadora pero aún había cosas que la ataban. Le tenía cariño a su padre, lo quería a pesar de que ya no pensase como él. Quería verlo almenos una vez más.

-Si regresase a casa.. se que no necesitaría preguntartelo, que querrías venir. Pero si regresase... ¿Estarías dispuesto a acompañarme y seguir mis reglas? Se que ya te lo pregunté una vez pero necesito estar segura ¿Podrías no interferir la primera vez que te llevase conmigo?

- ¿Que opcion me quedaria? Es lo mejor para aprender de ellos...

Se quedo quieto un instante observandola mientras charlaban, como pensando, simplemente con la mirada clavada en ella. Agito la cabeza y continuo terminando aquella pieza de musica que se apagaba de forma tenue.

- Los chicos no te van a quemar en ninguna hoguera, no son barbaros. Se te llevaria a juicio, evaluaria de forma poco critica y prejuiciosa y posiblemente te condenarian a prision o a que te cortasen la cabeza. Pero en todo caso todo indoloro y rapido. Nada de barbarie...

Hablaba serio totalmente, pero al final de sus palabras sonrio, dando a entender que era una broma, o no, a veces nunca se sabia cuando Hyunkel decia la verdad y cuando mentia.

- ¿no sientes todo... demasiado tranquilo? Cualquiera diria que pasamos hoy por conocer a quien conocimos.

Se detuvieron y luego reanudaron el baile hasta que la pieza terminó. Aún sujeta de él le miró con cierta preocupación. Si que era casi imposible descifrar cuando la estaba mintiendo. Se sintió ligeramente mariada de solo pensarlo. Apretó los labios no sonriendo demasiado.

-Pues.. me gusta que esté tranquilo. Aunque parece que ya tendré demasiado tiempo para estar tranquila en prisión ¿Eh? Casi que es mejor volver a casa y que me enjuicien allí.-

Era cierto lo que decía de todas formas, de que estaba todo demasiado tranquilo. Aún así podría haber apartado la mirada para observar a sus alrededores pero no le apetecía. No lo hizo.

-Quizás después de lo de hoy, todo nos resulte bastante tranquilo por un tiempo pero eso no tiene por qué ser tan malo. Después de todo, nuestras vidas están repletas de acción y emociones fuertes. No tiene nada de malo poder parar por unos minutos.

Sonrió con algo de malicia entonces.

-Aunque.. si tanto te preocupa... quizás pueda intentar alterarte para que no pierdas la costumbre aunque con esas emociones tuyas tan encerradas quizás resulte dificil.-

Le miró desafiante y se atrevió a robarle un beso rápido.

Hyunkel observo con atencion todo lo que habia en los alrededores, las cosas estaban tranquilas, en exceso incluso, a pesar del baile y la fiesta que habia en la zona, era casi antinatural. Quizas la falta de sangre le empezase a afectar. En ese momento mientras bailaban, una pequeña luz de esas que soltaban para ser atrapadas se colo entre medias de ellos, pero era mas brillante que las demas y nadie estaba corriendo a atraparla.

- Ten cuidado por si vienen alguno d elos concursantes. Pense que todo esto se desarrollaba en el bosque.

Añadio mientras que ella le bromeaba de aquella forma intentando sacarlo de sus casillas, aunque su rostro no cambio mucho salvo por una de aquellas sonrisas falsas que mostraba mas veces de las que a ella le gustaria.

- No se de que hablas Aria.

Añadio dando un giro en torno a la lucecita que habia aparecido como centro.

-¿Sabes? A veces no se si prefiero que finjas tener emociones a que no parezcas tenerlas...

Puso los ojos en blanco por un momento permitiendo que él les alejase de aquella luz. Contempló aquella esfera brillante encontrandola un tanto extraña y curiosa.
Él claramente la sacaba de sus casillas fácil pero mucho no importaba en aquel momento. Esa lucesita parecía bastante atrayente.

No estaban participando de aquella competencia y posiblemente les saltasen encima si estorbaban demasiado a los que si estaban participando. Dado el estado físico de ambos no le pareció que ameritase arriesgarse demasiado con aquello por lo que no estiró la mano para tocarla pero si se quedó bastante pendiente de la misma, dejando de prestar tanta atención a su compañero.

Se quedo como pensantivo y momento despues la sonrio exactamente igual a como habia hecho.

- Si es lo que gustas puedo llegar a fingir. Lo hice mucho tiempo.

Entonces mientras bailaban poco a poco comenzaron a tomar como eje central aquella lucecita que de alguna manera parecia casi hasta seguirlos aunque eso era imposible ya que era uno de esos pequeños artilugios magicos que usaban para ese juego.

- Al menos no hace frio

Poco a poco la musica bajo, bajo, y bajo hasta tal punto en el que se detuvo, como terminando la pieza de baile, inconscientemente Hyunkel se separo de ella haciendo una reverencia como si estuviesen en un salon y la pieza hubiese terminado. Cuando alzo la cabeza, ellos estaban rodeados de luces y las personas quietas... inconscientes.

-Creo que no podrías fingirlo correctamente ni aunque quisieses.-

Bromeó retandole con una sonrisa torcida y despreocupada.

-Almenos.- asintió dandole la razón respecto al frío. Estaba fresco pero era una temperatura soportable y más aún estando en movimiento por más que no estuviesen moviendose terriblemente rápido.

Le sonrió haciendo una sutil y gracil reverencia para contestarle la galantería y no tardó en darse cuenta de que la música no se reanudó. Ni siquiera es que se escuchase a la gente intercambiar opiniones o un murmullo de fondo. Todo era de un silencio sepulcral intimidante.

Entonces notó que la lucesita que se habia colado entre medio de ambos hacía instantes no era la única. Estaba repleto de aquellos luces y la gente estaba como... desmayada. Prefería pensar que era eso antes de creerles muertos.

-Ahmmmm Hyunkel....- No hacía falta preguntarle si aquello era normal, porque estaba claro que no lo era. Lo que no podía explicarse es por qué a ellos no les había afectado.

Se agachó para tocar el cuello de un caído. Tenia pulso.

-Están respirando, pero no lo entiendo..- Dado todo lo acontecido ultimamente, podía versela bastante más alterada que de costumbre. Aquel brillo en los ojos demostrando una mirada temerosa, los nervios en los movimientos de las manos.

Se volvió a acercar a su compañero sin intenciones de querer permanecer demasiado
alejada. No estaban en condiciones para enfrentarse a nada, estaban apenas recuperandose.

El sonido de una ramita quebrandose la hizo saltar como loca y prenderse del brazo de él. Solo fue una liebre. Una puta y asquerosa liebre a la cual quería comerse en estofado por el susto que le habia pegado.

Poco a poco Hyunkel alzo la vista observando a estas personas, Aria acababa de comprobar el pulso de uno y el se agacho junto a ella, comprobo sus pupilas al ver que la chica no habia reaccionado "mal" dentro de la situacion ya que eso indicaba que estaban vivos, de alguna manera el ojo se movio o al menos la pupila ante la reaccion de la luz golpeandola, pero eso fue todo, no habia brillo ni conciencia. Estaba completamente incosnciente.

Cuando se levanto observo el lugar y poco a poco vio que no habia nada mas que aquellas luces que se habian multiplicado de alguna manera sin entender muy bien como.

- Tampoco entiendo nada no eres la unica sorprendida.

Dijo momentos antes de que ella se agarrase y lo hiciese reaccionar poniendose en guardia soltando despues la espalda y sonriendo en la situacion por la estupida liebre, pero era normal estaban en aquella situacion de tension que no llevaba a ninguna parte.

Tardó un poco en soltarse de él pero finalmente lo hizo. Maldijo por lo bajo al animal mientras se frotaba a si misma los brazos con cierto nerviosismo.
Sabía perfectamente que no estaban en condiciones óptimas para hacerle frente a algo más, no después de lo sucedido con Oberon.

Se miró la venda de la mñeca, almenos aún seguía allí, al igual que esa piedra que le habían atado con ella.

-Salgmos de aquí, no se que está ocurriendo pero no hay forma de que ambos podamos hacer mucho más... no ahora.-

Sentía el pecho agitado y las numerosas luces no dejaban de ponerla incomoda.
Ella no tenía armas encima y no quería abusar de la poca energía que sentía para utilizar magia. No quería ni pensarlo.

Poco a poco Hynkel la tomo de la mano, fue algo medio inconsciente pero mas para guiarla por donde sea que estuviesen, camino por encima de cuerpos caidos, mujeres, niños, hombres, ancianos, todos inconscientes, de las mas diversas razas del plano de Disura.

- No se de nada parecido a esto ni porque no nos afecta a nosotros.

Entonces a lo lejos pudo descernir una figura, a diferencia de las otras no se la notaba inerte nada mas sino completamente erecta como intentando despertar a alguien mientras sujetaba su mano.

- Parece que alguien mas esta despierto.


Dijo acudiendo despacio, lo que si podia notar eran las desgarradas ropas de la mujer como si algo la hubiese atacado.

- ¿Esta usted bien?

Añadio mientras que la mujer se daba la vuelta

Se dejó agarrar de la mano. La verdad es que a pesar de ser algo bastante inusual, dada la situación, pensar siquiera en aquel gesto no se le pasaba por la cabeza. Con toda la naturalidad del mundo se dejó guiar por sobre los cuerpos intentando no prestar demasiada atención a cada uno de ellos.

Las lucesitas no se movían, no los seguían ni les impedían el paso. Eso era bueno, o eso creía. Almenos parecía ser que después de todo podrían largarse de allí sin más problemas.

Hyunkel le llamó la atención sobre alguien más. Buscando con la mirada vislumbró lo mismo que él pero cuando ese ser se dio vuelta no pudo más que apretar aquella mano con más fuerza.

Era aterrador. Una figura con dientes adilados de los cuales se escurría la sangre. Casi que parecía una mezcla entre mujer y tiburón. Quizás un aquano o un cambiaformas. No tenía ni idea de si eso sería persona o criatura.

Por las características y sumado a la sangre, no pareciá ser que esa cosa estuviese de su lado.

-¿Quién eres?

Inquirió intentando que la voz no le temblase, obviando la primera pregunta de su compañero. Por supuesto que estaba bien... tenía toda la vitalidad posible en el cuerpo y se veía feroz.

Intentó poco a poco obligar a sus propios dedos a soltarse. Apretó los labios con fuerza ¿Energía para cuánto tenia? ¿Un hechizo? ¿Dos con suerte? Quizás ninguno.

La criatura se movio hacia ellos, despacio, caminando, acercandose. Hyunkel llevo entonces la mano a su espada completamente en guardia como lo estaba su compañera, lo noto al no sentir mas su mano en el. Entonces la criatura, a una velocidad calmada y sosegada se aproximo hasta casi donde estaban ellos, colocandose cerca de una de las personas que estaban en el suelo, su boca se abrio rodeando el rostro de la misma y sus dientes se clavaron en su piel dejando marcas sanguinolentas, pero se quedo asi agarrando el rostro de la persona, ignorandolos mientras parecia... ¿tragar?

- No entiendo nada, no se si matarla o no.

La hizo un gesto a la chica para llevarsela de alli despacio, pero no era para alejarse sino para inspeccionar lo que la criatura habia estado haciendo y revisar el estado de la persona anterior a la que hubiese moriddo.

Era grotesco y realmente perturbador. Esa cosa ni siquiera precisaba dislocar la boca como lo haría una serpiente. De por si ya tenía la boca lo suficientemente ancha.
Su boca cubría la cara completa de lo que se suponía su víctima y eso la provocó una arcada. Desvió la mirada durante un instante a sabiendas de que los estaba ignorando.
Claro, debía de parecerle más apetitosa la presa fácil ¿Pero qué había sucedido realmente? ¿Qué había dormido a todas aquellas personas y por qué a ellos no?

-Hyunkel, no creo que podamos hacer mucho...

Le daba cierta culpa pero era la verdad. No tenían fuerzas y esa cosa se veía mortifera.

-Vamonos.- Dijo intentando sonar razonable. Quizás sería mejor volver a la Torre de una buena vez.

No quería averiguar que le había pasado a toda esa gente, porque de por si ya le daba escalofríos lo poco que había visto. Además, no quería estar cerca de eso. Se sentía totalmente insegura y nerviosa.

Se agacho con firmeza sin perder de vista a la cosa que estaba tragando en ese momento, como si realmente estuviese devorando poco a poco, la cara de la persona que habia mordido previamente estaba ahi, intacta salvo por las marcas de los incisivos. Lo unico que ocurria es que sus ojos estaban vacios como sin vida mientras una suave lucecita brillaba sobre su cuerpo.

- Esta vivo todavia, no se que es ni nada pero parece que no los...

Guardo silencio por un momento viendo en otra dirección mientras que algo mas entraba al claro, una forma que cambiaba mutaba... era particular y no los miraba a ellos si no a la cosa que comia.

- Apartemonos...

Dijo como dejando paso a aquel ser.

Como si realmente quisiese intervenir o quedarse delante. Quería largarse.
Se hizo a un lado agarrandole del brazo y pegando la espalda contra un árbol cercano. En cuanto pudiesen, tiraría de su brazo con la esperanza de poder huir pero quizás por ahora, lo mejor sería permanecer al márgen, quietos. Intentando que no volviesen a notarlos. Ni la criatura que ya estaba ni la que acababa de llegar.

Lo peor de todo, es que la idea de visitar Dissura había sido de ella ¿No podía habersele ocurrido visitar Terranea? ¿No podía haber pensado en magia elemental en lugar de cosas tan complicadas y peligrosas?

No habló porque no quería que les escuchasen. Tampoco estaba segura de si podría hacerlos invisibles a los dos o cuanto duraría pero se reservó sus fuerzas por si necesitaban de aquello.

Intentó quedarse lo más quieta posible, pegada a él.

La bestia de varias cabezas parecía tener fijación con la criatura de dientes picudos. De hecho, ni siquiera parecía notar a Hyunkel o a ella. Estaba muy centrado en esa... cosa.

Hyunkel se separo casi como le habia indicado la silenciosa chica en ese momento, cuando se aparto la criatura que ahora "mordia" la cara de otra victima se separo y pudo verse que nuevamente aunque por aquellas pequeñas marcas que habia dejado el pecho de la persona subia y bajaba, estaba viva, no las mataba, no las devoraba ¿Que era lo que hacia?

Se retiro otro poco con la mirada fija en ambos estudiando los movimientos por el rabillo del ojo que cualquiera de los dos hiciese, esa criatura fluctuante de sombras y la otra... mujer si podia denominarla asi, la criatura de sombras avanzo, olfateando el aire, gruñiendo moviendose, con sonidos similares a los huesos quebrandose y rearmandose, tejido rasgandose y tantas otras cosas similares mientras que a veces tenia dos patas y otras seis, a veces no tenia cabeza y era un cuerpo con ojos y otras hasta cinco cabezas con dientes de sombras asomaban, una de ellas se fijo en Hyunkel y aunque parecio acercarse a otra como para susurrarle desaparecio en la masa central que era.

Un suave silvido salio de la mujer casi como si de una melodia se tratase y cuando esto ocurrio la criatura de sombras se sacudio como un perro que se deshace de la molesta agua del pelaje, gruño, observo...

Hyunkel retrocedio quedandose cerca de Aria, con una mano por delante de forma inconsciente como protegiendola.

Aquello era digno de una pesadilla bastante bien diseñada. No se le ocurría en aquel momento haber visto algo más aterrador en toda su vida. Almenos nada conocido ni tan desagradable a la vista tampoco.

No se atrevió a moverse ni por un segundo. De hecho cuando Hyunkel retrocedió hacia ella quiso decirle que no lo hiciese, que no se moviese, pero sus labios estaban pegados. Apenas movió la punta de uno de sus dedos.

El silbido de aquella mujer pareció llamar a lo que parecía ser su perro de pesadillas, su mascota.

No tenía idea de lo que hacía la mujer o intento de mujer con aquellos cuerpos y no estaba segura de querer averiguarlo tampoco.

El gesto de Hyunkel de poner el brazo delante de ella la confundió y la distrajo satisfactoriamente lo suficiente como para que sus ojos se clavasen en él. Sin mover el cuerpo pero con la mirada clavada en él.

Si él no estuviese allí, seguramente estaría más que paralizada de miedo como lo estaba ahora. De seguro estaría temblando de horror.

Cuando la criatura avanzó hacia la dientuda y pasó a ignorarlos, dejando que pasase un poco de tiempo, Aria estiró la mano para tocar la espalda de Hyunkel y antes de que este pudiese decir nada sus manos pasaron por sus costados y se quedó abrazandole por la espalda. Anudó sus dedos al frente de Hyunkel y apoyando la frente contra la espalda del mismo cerró los ojos. Lo mejor sería esperar un poco más antes de volver a moverse.

Hyunkel noto el movimiento de los dedos de la chica, cuando noto que se agarraba de aquella manera inconscientemente miro hacia atras observando sobre su hombro sin perder de vista a las dos figuras que tenia delante, las cuales estaban terriblemente cerca, noto que ella habia dejado de mirar y su postura, pero entonces estallo.

Aquel ser de sombras se abrio, como si de una mancha se tratase, se lanzo sobre la mujer de dientes envolviendola y dejando tan solo su cabeza y sus brazos fuera de la masa de sombras, sus manos se movian tratando de liberarse de aquella masa mientras que sus gritos ahora como el sonido de una flauta siendo soplada sin ton, ni son, ni melodia se clavaban en los timpanos del chico, la criatura parecia sufrir bajo el yugo de la sombra, mientras que, las personas que habia mordido comenzaban a retorcerse a medida que la criatura gritaba, las demas en cambio, nada, solo... no se movian, nada, estaticas... congeladas.

Hyunkel estaba tambien paralizado, viendo la escena, no sabia si por morbo o curioso por saber que pasaria, no se atrevia a moverse mientras todo aquello pasaba y su mano no pudo mas que ir las de Aria como diciendola "estoy aqui." unicamente.

El grito desgarrador la hizo apretar los dientes y levantar los hombros por la sombresa y el terror. Sintió el apretón de aquellos dedos sobre los suyos y agradeció internamente no estar sola. Era una situación horrible.

Movió los labios decidida a hacerse invisible y a su compañero junto a ella. Si tenian una oportunidad de desaparecer de la vista aquella era, mientras que "eso" estaba ocupado.

No tenía idea de cuanto podría aguantarlo pero era un momento en el que no podía detenerse a pensar o a dudar en hacerlo. Lo hizo y punto.

Vació la mente cuanto pudo e intentó no prestar demasiada atención a los sonidos de las personas que habían sido mordidas.

Era todo demasiado extraño, no se le ocurría nada de donde poder extraer información para entender que era lo que estaba pasando. No tenía idea de que eran esas dos criaturas ni de lo que hacían.

El muchacho no se dio cuenta de las acciones magicas de su compañera, su espada estaba en su cintura, inerte, sin activar el modo que lo protegia, mientras que por otro lado el tampoco reaccionaba, la criatura se retorcia y retorcia y los cuerpos se giraban de aquella manera y gritaban, la magia de su compañera surtio efecto en el mismo instante en que la "mujer" dejo de moverse entre las sombras.

- Despues de tantos años, el juego otra vez ha comenzado.

- Pero no siempre del mismo modo termina.

Desde un lado en donde se encontraban ellos pudieron ver la figura de un hombre encapuchado, con aquellos simbolos aquella expresion impavida sin sonrisa, mientras que del otro lado, enfrentada estaba la mujer de pelo blanco, piel de porcelana y oscuros labios violaceos que hablaban entre ellos.

- Pero ahora mismo el juego ya ha terminado.

- Son el sueño y la pesadilla.

- Pero quien de todos se imaginaria.

Dijo el hombre agachandose junto a la mujer de los dientes ahora inerte en las sombras de aquella criatura.

- Que fuese la pesadilla quien al sueño devoraria.

- Amor mio, no es nada mas que otra muestra, de como los sueños se transforman.

- Y que de esta manera a todos ahorcan.

- La hora del sueño comienza, y a veces uno pierde y otro vence.

- Unos son mordidos por el sueño, gentil y amable que aleja los temores.

- Pero a veces de estos no nacen mas que horrores...

Añadio mientras ahora acariciaba a la criatura de sombras que aun mutaba y cambiaba sobre si misma, la mujer sin acercarse a ellos pero con una expresion de muñeca mientras que el hombre en ese momento sonreia.

- Pero no es nuestro problema que por tanta algarabia, el sueño llamase a la pesadilla.

- Muchos menos que a sus manos el sueño muriese y con el todos los que en el creyesen.

Erisand, miro a su alrededor, fijo la mirada en el punto donde ellos estaban y despues continuo su recorrido.

- Las luces ya se apagan y la fiesta ya termina.

- De esta manera, nuestra semilla...

- Germina

Terminaron los dos al unisono, primero sonriendo y mirandose, despues, esperando y poco a poco, de esta manera, en el lugar donde los cuerpos yacian, un musgo suave comenzo a salir, a crecer, a surgir, mientras que todo a su alrededor, edificios, arboles y personas, en escaso tiempo se pudrian, se deshacian consumidos por la tierra y eran abrazados por verdor salvaje... Un pueblo antes lleno de gente, ahora... vacio. Tan solo... Verde.

El timbre de aquellas voces.. las reconocía. La mano aún vendada le picaba casi como si de una reacción alérgica y somática se trataba. Solo por identificar aquella voz.

Despegó la frente de la espalda de Hyunkel atreviendose a observar por el costado de su brazo más no le soltó ni permitió que sus cuerpos volviesen a hacerse visibles.

No había nada, todos los que habían estado tendidos en el suelo no estaban.
Se sentía completamente desorientada ¿No se cansaban de jugar con ellos?
Quería regresar a la Torre... vaya que si quería.

Le daba ciera bronca, porque parecía ser que el uiverso confabulaba para nunca dejarlos en paz cuando por fin podían pasar un poco de tiempo grato, sin discusiones ni nada que los hiciese sentir miserables o enfuruñados.

Tenía ganas de arrancarse el vendaje pero no se atrevió. Recordaba la advertencia.

Posiblemente ambos sujetos pudiesen verlos, no lo sabía con exactitud pero si tenía claro que su magia no era nada comparada con la de aquellos dos. Y lo peor, es que ese tal Oberon estaba libre por culpa de ambos.

Si.. habían elegido salvarse el uno al otro pero quizás a un precio que le pudiese haber costado bastante a la porblación de Dissidia.
O quizás... todo siempre hubiese sido una pesadilla.

Lo cierto es que almenos la dientuda y el manto de sombras habían acabado.
No es que le alegrase mucho más que Oberon y Erisand estuviesen allí, porque era casi igual de aterrador pero ya les habían dejado marchar una vez.

Tocó la espalda de su compañero nuevamente con su frente para llamar su atención. Quería largarse pero no se atrevió a moverse. No si su compañero no mostraba seguridad en que pudiesen irse. Sus dedos aún permanecían sobre los suyos, temerosa de que la soltase.

Alli como estaban Hyunkel quieto y ella atras de el, pudo notar como una suave mano se posaba sobre su rostro mientras que de la nada era Erisand la que se hacia fisica junto a el, muy cercano a su rostro, a escasos centimetros, mientras que la anterior se iba desvaneciendo a medida que la otra se creaba.

- Pequeño cazador ¿que haces aqui todavia?
No es parte del trato mantener tu estadia.

Fue entonces cuando tras Aria dos manos se formaron, sujetando sus hombros casi como si de un padre comprensivo se tratase, eran calidas al tacto y suaves, marcadas por los negros tatuajes.

- Ya habeis cumplido todo aqui y tu proteccion fue otorgada. Gracias nuevamente por la sangre dada.

La criatura de sombras se deshizo mientras ellos hablaban y sin que Hyunkel reaccionase, ni la chica pudiese hacer nada, ambos recibieron un beso en los labios del masculino y del femenino.

- Los que somos seremos y los que fuimos somos.

Añadio Oberon separandose de la muchacha.

- Pero los planos quizas vuelvan a estar juntos, cuando los gobernantes a su trono retornen.

- Mientras vayan, aqui se nos ato, pero otro era nuestro hogar al cual queremos regresar.

- Diganle esto a sus maestros, Oberon y Erisand regresaron y tan solo una cosa los dos quieren.

- Sumision

- Obediencia.

Ambos dos les sonrieron, sabian de su poder.

- Y culto

Todo ocurrió tan rápido como un pestañeo y tan lento como la caída de una pluma en plena corriente de aire.

Era aterrador, sentir esas manos cálidas sobre los hombros sin poder moverse, como si la hubiesen anclado al suelo. Incluso cuando esos labios atraparon los suyos no pudo evitar recibirlos. Cuando todo terminó, retrocedió conmocionada chocandose levemente con Hyunkel y agarrada a él susurró.

-Vamonos a casa...-

La verdad es que ni siquiera la importaba ir a por sus cosas a la posada. Quería salir de allí ya. Lo más importante lo traía consigo y lo demás eran todas cosas que podía reponer con el tiempo.

Con "casa" había querido decir "regresemos a la Torre". No era muy dificil de interpretarse aquello.

No se molestó en contestar a los otros dos, estaba conmocionada y muy cansada. De hecho, sentía el cuerpo más pesado ahora, después de haberse hecho invisible junto a su compañero. Evidentemente ya no lo estaban, no le quedaba casi fuerza y no tenía intenciones de desmayarse allí, con esos dos delantes. Se agarró con fuerza de su compañero.

Hyunkel sintio aquel agarron, aquel beso, aquel tiron buscandole despues diciendo precisamente las palabras "vamonos a casa." Le costo moverse y reaccionar incluso, el era fuerte, pero ellos eran otra historia. Asintio con la cabeza sin perderlos de vista, incluso despues de aquellas palabras hasta Erisand le miro y se hizo la timida, claramente una actuacion y un acto que habria llevado a cabo a saber en cuantas ocasiones. Oberon chasco los dedos y un portal aparecio, desde alli... desde alli se veia la torre.

- Vayan, descansen, coman y hagan lo que disfruten.

- Pues a no mucho tardar una visita tendran.

Dijo ella dandose la vuelta comenzando a caminar tomando la mano de oberon, como si de dos amantes se tratasen, y aunque asi era y tuviesen siglos mas bien se les veia como dos jovenes enamorados. Hyunkel observo a Aria y asintio, sin apartar la mirada de los dos, sin fiarse.