Atrapados en Dissura

El hombre sonrio aun mas y cuando le tendio la mano colocandola delante de el, mordio, fue como si realmente ella fuese un pedazo de carne, sus dientes se hundieron en aquella carne suave provocando un dolor al principio lacerante y noto como su nuez subia y bajaba al beber aquella sangre, ella pudo ver como a cada trago las raices que agarraban su cuerpo se marchitaban del mismo modo que antes habian sido frescas y el hombre salio completamente desnudo de la pared salvo por aquella tela, se tapo sus partes pudientas tras salir, solto la mano de la muchacha y sus venas negras comenzaron a formar pequeños filamentos que se entrelazaron hasta formar una leve tunica que poco a poco quedo sujeta por un cinturon terminado en un ribete dorado.

- No es resistirse,
sino ceñirse
a la clausula impuesta
que humanos pactaron
cazadores insanos
que a dioses sensatos
encerraron antaño.

Camino a su alrededor ahora libre y cuando paso sobre el rostro de Hyunkel este se desdibujo, como si jamas hubiese estado, como si su tela se hubiese llevado la arena de una escultura.

- Ah pero a diferencia de los vuestros,
Oberon es sabio y sincero,
tan solo cumple la palabra,
con aquellos que le agradan.

Y tu pequeña arrogante,
tienes un gran talante,
del cual espero oir andanzas,
y ver lo que el destino te depara.

La agarro un mechon de pelo mientras daba una vuelta a su alrededor y ella pudo ver como alla donde habia contacto este mismo se tornaba blanco yendo hacia la raiz, la solto dejando que el pelo se tornase una vez mas de su color natural, o del que ella queria. Y con una sonrisa toco la piedra, la cual se deshizo como si el tiempo pasase rapido y el agua la erosionase.

- La sangre de agrado dada,
por salvar a alguien querido,
es lo que rompia el maleficio.
Macho y hembra crias tienen,
para de esta manera prolifere su progenie,
lo mismo es en este caso,
para que Oberon y Titania caminen hasta el Ocaso.

Fue inevitable no aquejarse por el dolor. Dolía, y la verdad que bastante. Aún cuando dejó de morder y beber de si luego de unos cuantos minutos seguía sintiendo ardor y dolor. Presionó con la mano sana las heridas aún goteantes y adolorida, un tanto cansada, se arrancó un pedazo de tela de la remera para intentar vendarse las heridas sangrantes.

Lo único que la consolaba un poco es que el rostro de Hyunkel, falso o no, ya no se reflejaba en la piedra.

Este ya se encontraba dandole vueltas alrededor cuando ella aún cogía algo de aire por la boca abierta como si aquello pudiese alivianar un poco el dolor que sentía.
Resultaba paralizante que le merodease de aquella forma.

La tomó un mechón de cabello y este empezó a tornarse blanco, le observó con horror sin moverse, como si sus pies estuviesen clavados al piso.
Afortunadamente el mechón de pelo volvió a su color original cuando este lo dejó escapar de sus manos. Era como si lo que tocase pereciese o perdiese años de vida. Sin lugar a dudas, ese ser daba miedo.

-Entonces no la haga esperar... reunase con su amada y dejeme regresar con mi compañero.- No se le ocurría de que otra forma llamar a Hyunkel. Lo único que quería era salir de allí, escapar del mugroso bosque, regresar a la taberna y hacerse bolita en la cama. Eso si lograba encontrar primero a Hyunkel y su brazo dejaba de sangrar. Se presionó con fuerza la herida por sobre la venda. Dolía pero mientras la apretase la sangre no saldría tanto o eso esperaba.

El ser asintio, sorprendido de que ella no reaccionase ante sus palabras, su rostro se torno levemente serio por un momento pero despues con una sonrisa tomo un pedazo de tela que llevaba colgando, lo arranco y aplasto en sus manos, tomo una piedra del suelo y la apreto tambien, entonces toco a la muchacha en la mano, mas alla de lo que pasase antes con su cabello no pasaba con su mano en ese instante, mientras que a su muñecaba ataba la hibra de tela ahora hecha cordon y una pequeña piedra colgaba de alli.

- En este plano no te quites la piedra,
si es que no quieres respirar hierba,
es mi regalo por mi libertad,
soy un dios con piedad.

Canto al tiempo que comenzaba a salir por el pequeño tunel que habia hecho por la erosion, a medio camino la hizo un gesto para que lo siguiese.

- Si sigues ahi tus pies echaran raices,
y no sera por mi maldicion sino por tu cabezoneria,
vamos vamos, el mundo necesita matices,
¿acaso no debe el depredador salir de caceria?

Por una vez, una unica vez, su sonrisa fue buena y simpatica como si realmente todo lo anterior hubiese sido una pantomima para conseguir su libertad.

El primer instinto fue intentar retirar la mano ante su tacto pero este fue bastante más rápido y hábil reteniendola y vendandola. Cuidadoso y suave dentro de todo.
A pesar de tener la remera rota por habersela roto para autovendarse ahora tenía las vendas que él le había obsequiado junto a esa rara piedra. La verdad es que quería arrancarsela pero sus palabras no la dejaban muy tranquila.

Siguió al sujeto como este le indicó porque no tenía ningún interés de quedarse bajo tierra o de que las raices la atrapasen a ella también. Auqnue estaba bastante segura de que lo segundo no pasaría.

Ya de por si estaba sucia y maltrecha por el encontronaso anterior a pesar de haberse bebido la poción que Hyunkel le dio. En sus labios solo había sangre seca pero no heridas aunque su cara seguía polvorienta y ahora parecía haber sido victima de una furiosa pelea por la pinta de sus ropas y la suciedad. Las vendas ensangrentadas en su mano tampoco ayudaban. Si que se habían bebido gran parte de su sangre. "Nunca resulta una sola gota de sangre cuando te lo dicen de ese modo", pensó.

Avanzó cansada deseando llegar por fin a la superficie, encontrar a Hyunkel- ¿Falta mucho?

El hombre escucho aquella pregunta, y entonces torciendo el gesto como haciendola burla como si hablase preguntando extendio su mano señalando en una direccion y con una semisonrisa en el rostro ella pudo ver el final del tunel, alla se encontraba un arbol y bajo el mismo el guerrero reposaba tranquilamente, tumbado, tenia las ropas manchadas por el polvo y a su lado colocada como es debido estaba la espada con su vaina, una mujer le acariciaba el pelo mientras esperaba, casi parecia como si fuese una madre. Pero entonces alzo la vista, dejando ver unos ojos azul grisaceo y una piel palida y blanca, no como la de color tostado corteza del hombre, unos tatuajes que bajaban por su cara, una especie de corona de espinas o plumas, no se podria decir y el cabello blanco. Se coloco uno de sus mechones tras la oreja observando en direccion a de donde venian Aria y el hombre.

- Siempre tan bella siempre tan radiante,
no hace mas que hacerme quedar espectante.

Añadio sonriendo esperando a que la muchacha saliese de alli mientras que el caminaria a su espalda para que se fuese cerrando el tunel que habia creado y mientras se acercaba a la que era su esposa. Hyunkel, completamente dormido y algo palido respiraba de forma placida aunque tambien podia apreciarse en el brazo izquierdo del guerrero unas franjas dentadas.

Apretó los dientes bajando la mirada de inmediato hacia el brazo maltrecho de su compañero ¿Le habrían hecho pagar también? Pero resultaba irónico, no debía de haber funcionado en ese caso porque él no la tenía más aprecio que el que de conveniencia.
La mujer daba casi tanto miendo y mala espina como Oberon. Ambos parecían diseñados el uno para estar junto al otro. Eran sumamente extraños. Muy peculiares.
Se arrodilló junto al joven dormido comprobando que respiraba. Deslizó la mano por su mejilla examinandole y levantó la mirada hacia los dos sujetos.-Supongo ambos son libres entonces.- Dijo como dando por sanjado el tema. Definitivamente no iba a querer saber nada de magia de sombras ni de ningún tipo por un buen tiempo. Se conformaba con poder tener un día completamente normal.

Erisand se acerco a Oberon mientras este estiraba la mano colocandola en su mejilla, el poder de aquel ser no afecto a la mujer cuando la toco y la misma termino por agarrar su mejilla sonriente con sus labios oscuros.

- Mientras el sol brille y las aguas fluyan...

Dijo la mujer con una sonrisa tierna en el rostro mientras que su esposo la correspondia con una muy similar, casi como si el uno fuese un reflejo del otro pero de diferente genero, como si estuviesen hechos para encajar.

- Mientras la tormenta ruja y el fuego queme...

- y las criaturasde nosotros huyan

- a nuestros solo el otro sera nuestro mayor deleite

Terminaron al unisono aquella rima mientras que despues se giraban hacia los muchachos, como si dos padres estuviesen observando a los cachorros. Hyunkel abrio los ojos poco a poco observando a Aria y aun debilitado y palido la murmuro.

- Te tardaste mas de lo que debias... cazadora.

Fue una de las escasas veces en las que vio a Hyunkel sonreir de alguna manera afectuosa, igual que habia hecho con la vieja que lo habia cuidado en su momento.

Apretó los labios con algo más de fuerza observandole preocupada mientras le pasaba la mano por la frente para acomodarle el pelo y poder verle mejor. Ignoraba las voces de fondo aunque había llegado a escuchar parte de lo que decían.

-Ah... pero aún así parezco más sana que tú.- Sonrió aflojando un poco más las facciones.- ¿Puedes levantarte o es mejor que nos esperemos un poco?.- Observó su brazo. El suyo la dolía bastante aún y si bien el de Hyunkel no sangraba ya, se veía bastante feo.- Decidió darle un tiempo para decidir que hacer mientras se acomodaba sentandose a su lado.

Hubiese esperado sermones por su parte, que pusiese el grito en el cielo, pero él parecía encontrarse en la misma situación que ella. Si, sabía que Hyunkel también era un humano aunque muy diferente a ella pero humano al fin. Lo que no esperaba es que hubiese podido donar sangre.

Entonces la que se acerco con curiosidad fue Erisand observando el momento entre los dos y como el chico respiraba de aquella manera y encima estaba despierto.

- Vaya vaya, pero que es esto...
¿Alguien capaz de sobrevivir a mi beso?

El muchacho observo a la mujer que tenia alli delante mientras se comenzaba a levantar, claramente intento hacerlo al ritmo normal pero eso le hizo tropezar antes de lelgar a colocar el primer pie, cayendo sobre sus manos y apoyandose, se detuvo por unos momentos respirando y haciendo ejercicios de esa manera.

- Mierda...

Dijo mientras se levantaba despacio.

- cinco por ciento es apenas la fuerza que puedo aplicar en este momento, apenas puedo levantarme.

Sonrio a la mujer y a la chica que tenia a su lado en parte sintiendose levemente inutil, entonces fue el hombre el que se acerco.

- Sera interesante ver como intentan salir,
¿De que manera crees mi amor que van a morir?

- Te apuesto querido a que no moriran,
los cazadores su destino decidiran.

- Cazadores, cazadores, cazados mas bien
si ni si quiera capaz de mantenerse en pie es.

Hyunkel observo al ser al tiempo que agarraba su espada, la mantuvo en alto a la altura de su nuez, aunque se veia que aquello era un gran esfuerzo.

- Oooooh... ahora entiendo el porque Titania,
este humano tiene grandes ganas de vivir,
o quizas algun cometido que cumplir,
me gustaria ver que hazaña haria.

- La mujer tampoco se queda corta,
esta deseando pegarte una torta,
y a veces amor mio te la mereces,
pero sabe que si lo hace perece.
Es sabia y con medida,
quizas deberias darles alguna ayudita.

- Pero entonces el juego pierde la gracia...

- Vamos vamos amor mio, se bueno y cumpleme este pedido

Oberon observo con atencion y tocando el arbol que momentos antes habia estado el muchacho apoyado comenzo a moverse, los chicos pudieron ver el semblante de aquella fantasmagorica imagen que se movia no se sabia si por magia o por voluntad del hombre, quizas siempre habia estado pero solo se habia mostrado despues de aquel toque.

- Acompaña a estos dos insensatos,
hasta el poblado mas cercano.
Espero Erisand que estes contenta,
a algun pobre animal le has quitado la cena.

Era un idiota por levantarse así de golpe. Entendía que estuviesen en peligro y que quisiese mantenerse a la defensiva pero apenas podía con el propio peso de su cuerpo o ni siquiera. Se levantó de inmediato agarrando del brazo a Hyunkel y anteponiendo su propio cuerpo entre él y los otros dos. Ni loca iba a dejar que esos dos siguiesen jugando con ambos y mucho menos con aquel otro que no se podía ni sostener.
Les fulminó con la mirada cerrando el puño con fuerza a su costado.

Por supuesto que quería borrarle esa sonrisa de un golpe ¿No podía ser considerado y dejarles en paz? Bastante que estaban libres... ya veía que la bondad de cerrarle la herida había sido solo por diversión, para prolongar la agonía de encontrarse con Hyunkel y quizás que algún bicho más grande les comiese vivos.

Quizás la esposa de aquel ser era un poco más bondadosa aunque parecía casi de la misma calaña.

Entonce el árbol comenzó a moverse.
Aria sujetó a Hyunkel como pudo ayudandole a mantenerse en pie.

-Vas a tener que usarme de punto de apoyo y hacer que tu espada se enfunde...- Susurró a su compañero sin quitar la mirada de aquel árbol viviente. Un paso en falso y lo prendería fuego. No pensaba dejar que los tocasen de ninguna forma.

El arbol comenzo a caminar, abria paso alli donde pisaba dejando un terreno liso, incluso alli donde habia desniveles las raices formaban un suelo hasta que los chicos habian pasado, era como si casi todo el camino para ellos fuese llano, completamente. Aunque antes de marcharse la chica pudo escuchar algo mas de parte de la mujer.

- La noche se viene cazadora hiriente,
ten cuidado con la lluvia hirviente,
no seremos la muerte quien la lleve,
pero seran otros los que la siembren.

Manten cerca aquel presente,
quizas sea lo mas inteligente,
los dioses somos caprichosos y celosos,
sobretodo de aquellos que son curiosos,
mas una cosa mas ten en tu mente.
Esta noche al llegar la negrura
Nosotros no seremos los causantes de causas inoportunas.

Casi como si de una profecia se tratase la muchacha y el chico pudieron seguir avanzando, hablando e incluso en un momento dado una bestia intento acercarseles mas de la cuenta pero el arbol aparto a semejante criatura que logicamente teniendo que intentar alimentarse y ver a dos seres debiles veia comida facil.

- Espero que no te pidiesen nada de mas esos dos.

-A estas alturas, ya es irrelevante Hyunkel. Solo salgamos de aquí. La noche se nos vendrá encima de todas formas. Quizás deberíamos de regresar a la Torre hoy mismo.- Estaba preocupada. Quizás no a la torre en si, pero si fuera de ese plano.

La dolía todo el cuerpo pero aún así no pensaba mostrar que su fuerza podía llegar a flaquear. Siguió haciendole de soporte y avanzando intentando ignorar a los animalejos que intentaban atacarles y el árbol lanzaba hacia atrás.

No le gustaba para nada que le hubiesen recomendado en más de una ocasión mantener esa piedra cerca y no quitarsela hasta abandonado el plano ¿Qué pasaría si no? ¿Se desangraría? ¿Liberaría otra plaga? Si, les estaban ayudando a salir del bosque pero también habían pagado un gran precio... ¿Serían más tretas?
Estaba saturadísima.

Había muchas cosas merodeando en su cabeza y la verdad es que no quería pensar en ninguna de todas ellas. Aún se sentía extraña frente a las actitudes de Hyunkel.

-Detesto que me llamen cazadora.- Se aquejó en voz baja, en un murmullo que él pudo escuchar.

Vislumbró el poblado. La verdad es que habían caminado más de lo que recordaba. Si que se habían perdido bastante cuando se adentraron en el bosque anteriormente.

- En el tiempo que he estado bajo tierra me he dado cuenta que algunas cosas son mas importantes que otras en la vida de las personas. Entre otras el intentar comprender lo que ocurre a tu alrededor. Quizas tenga algunos objetivos que cumplir,
pero vivir hasta cumplirlos no es lo mismo que cumplirlos para vivir.

Fueron las extrañas palabras del guerrero mientras caminaban por el bosque acompañados de aquel extraño guardian al que solo unos pocos animales valientes se acercaban para ser repelidos sin ser heridos, tan solo golpeados en caso de que se pusiesen demasiado bravucones.

- ¿por que tanta prisa? ¿No quieres disfrutar de la noche de las flores?
Se dice que es una de las cosas mas hermosas del lugar...

Dijo como si realmente no hubiesen estado a punto de morir hace apenas unas horas. El tiempo habia pasado de forma extraña ni si quiera sabian si seguian en el mismo dia, aunque lo mas seguro que no ya que era de mañana y cuando habian salido eran casi las doce del medio dia. El guerrero seguia cargando con su espada como si no le pesase en lo absoluto.

-Pues me gustaría pero no es de noche ya o eso parece almenos. Y... digamos que me perturba un poco que me dijesen que no me quitase esta piedra hasta dejar este plano ¿Sabes? Si que me da un poco de miedo el retirar la piedra y desangrarme.- La verdad es que no tenía muy buen aspecto la herida ni la situación. Sabía que el también estaba bastante maltrecho a pesar de mostrarse bastante entero. Resultaba raro que estuviese de tan buen humor pero quizás eran formas difernetes de tomarse las cosas.
-¿Por qué no me cuentas de que trata la noche de las flores? me servirá para despejarme.- Estaban ingresando al poblado y allí el bichejo que les había acompañado se detuvo como dando a entender que hasta ahí llegaba su compañía.- Gracias.- susurré por cortesía aunque sabía que más bien era algo que le habían impuesto hacer.
Observó a su compañero a los ojos.- Entonces ¿Nos resguardamos o somos unos inconcientes y recorremos un poco antes de encerrarnos en nuestras habitaciones?

Continuando la caminata le conto aquello que la habian dicho y de alguna manera quien la habia regalado aquella piedra, si bien al muchacho no le gusto demasiado tampoco que hubiese sido Oberon el que se la hubiese dado, no se podia hacer nada con algunas cosas. Cuando llegaron al lindero del bosque y el arbol se detuvo Hyunkel hizo una leve reverencia como agradecimiento al escuchar las palabras de la chica. De forma sorpresiva el rostro aterrador del arbol parecio formar una especie de sonrisa ante su agradecimiento, aunque aquello no hacia mas que hacer que se viese mas terrorifico y perturbador, el muchacho imagino que las expresiones faciales, o las humanas mas bien no eran habituales en seres como el y que habia sido una especie de intento de comunicacion, como si aunque la tarea hubiese sido impuesta estaba de alguna manera contento de que le agradeciesen.

- La noche de las flores, es una noche que ocurre una vez cada cinco años en la que unas flores de color se abren dejandose ver por una vez. Su exterior es opaco pero su interior se dice que posee luz y luminiscencia, hay una leyenda que dice "Si tienes suerte la semilla saldra y dara un futuro diferente y mejor" al menos eso cuenta

Dijo caminando despacio hacia el interior del pueblo escuchando las palabras de la muchacha.

- Creo que lo ideal seria bañarnos y descansar un poco, ahora no podemos viajar largos tramos, si bien si quieres salir del plano el portal a la torre se abriria, pero si pisamos la torre asi creo que nos defenestra la directora.

Suspiró pesadamente y esbozó una suave sonrisa.- O si no lo hace ella seguramente tus admiradoras me cortarán en pedacitos por devolverte maltrecho. Supongo que tienes razón y lo más sensato es permanecer un tiempo más. Almenos hasta que podamos descansar y recomponernos minimamente.- Seguía sintiendose un tanto nerviosa por la situación vivida. La verdad es que quizás él estuviese acostumbrado a lidiar con cosas así todos los días pero ella sentía los nervios de punta.-Quizás podamos hasta ver las dichosas flores cuando caiga la noche y si eso no implica regresar al bosque. La verdad es que si me gustaría verlas.-
Se pasó la mano por la cara, ensuciandose a si misma un poco más, no de forma intencional sino sintiendo la molestia de la mugre picando un poco.- ¿Sería mucho pedir... que tomases el baño en mi habitación? O que me dejes permanecer en la tuya mientras lo haces. La verdad es que no es con segundas intenciones pero no me siento muy tranquila después de todo lo que pasó. Me sentiría mejor sabiendo que estás en la habitación de junto que estando sola ¿Será mucho pedir?-

El asintio mientras comenzaba a caminar con una media sonrisa en el rostro ante las palabras de la muchacha mientras que realmente se lo veia ir mucho mas despacio que el ritmo que la chica le habia visto caminar en anteriores ocasiones.

- Llegaremos a la posada, pedire un biombo y podremos tomar un baño los dos en simultaneo en diferentes bañeras de este modo no tendremos que soportar la asquerosa suciedad que llevamos encima mientras el otro se baña.

Se detuvo dejando pasar un carro que iba en direccion hacia el mercado con la mercancia del dia, principalmente verduras y hortalizas variadas para ser vendidas o intercambiadas.

- Seria ideal poder descansar, comer y ver este hecho para partir despues hacia la torre con total tranquilidad. Creo que seria la mejor opcion ya que en estos momentos si hemos sobrevivido ha sido por el habitante del bosque.

-Bueno, es buen plan.- Sonrió sintiendo gracioso el asunto, no es como si un humano con vida normal pudiese decir "plan de sábado: quedarme en casa y tomar un baño con mi amigo del otro lado de un biombo" pero así le había sonado, con total normalidad aunque no tuviese nada de habitué esa situación entre ellos.

Ahora que mencionaban la comida, su estómago se aquejó un poco. Estaba realmente desorientada ¿Cuánto tiempo habían pasado allí abajo? Suspiró. Quizás pudiesen hablar un poco de aquel tema mientras se bañaban.- ¿Sabes? Algo que extraño de mi plano son las fresas. Son una especie de fruta.- No tenía idea de si él sabría lo que eran.- Pero con el hambre que tengo me conformaría casi con cualquier cosa. Un buen plato de guiso o de sopa caliente con pan estaría más que bien.-

Ambos ingresaron en la posada no demorándose mucho más. Como demasiado abrían caminado unos cinco minutos más hasta llegar a la puerta de la taberna. Entraron hechos un desastre. Sucios, lastimados y sorprendentemente no les prestaron demasiada atención. Era un plano bastante agresivo y que uno volviese así a "casa" solía ser lo común.

Dejaría que Hyunkel fuese quien pidiese el biombo y la comida o primero una cosa y la otra quedase para después del baño.

-Voy a separar algo de ropa limpia, te espero arriba ¿Vale?.- Le dijo, aunque aún no tenía idea de si se bañarían en la suya o en la de él.

El se sorprendio al escuchar aquello. Habia dicho fruta luego querria algo dulce, lo mas seguro no necesitaria nada complicado, al escucharla decir que le esperaria arriba aviso al tabernero de que necesitarian un biombo, una bañera extra y agua caliente. Eso se podia solucionar con magia debido a los elementales que podian ser usados, cuando eran pequeños cooperaban por una mejor supervivencia.

Al cabo del rato el chico usbio, llevaba una bandeja y le seguia el posadero con las manos llenas, otra bandeja una con otro plato de comida que olia riquisimo, a carne y patatas, un cuenco con varias cosas raras y unas jarras con agua y aguamiel por si querian cortesia de la casa ya que estaban pagando algo de lujo y adicionalmente tenian el simbolo de la torre. Hyunkel le agradecio tendiendole unas monedas, mientras que en el mismo cuarto ya estaba el biombo y las bañeras.

- Espero que te guste.

Estaba sentada en el suelo porque no quería manchar la cama con la suciedad que traía encima. Apenas había tocado muy superficialmente la ropa que se pondría después del baño tan añorado y esperaba a por él mientras se quitaba los zapatos y las medias. Logicamente aún no se iba a desvestir.

Le vio entrar tanto a él como al tabernero y dada la presencia del segundo no habló demasiado, tan solo agradeció que les hubiese subido parte de la comida.
Esperó a que se retirase mientras se preguntaba que especie de fruta rara sería esa ¿Era una fruta no?

-Gracias.- Sonrió y tomó una de las cucharas intentando tomar un poco de aquel interior blanco de aquella cosa. Antes de meterselo a la boca consultó si estaba bien lo que hacía.- Es parte comestible imagino ¿No?- ese plano era tan raro que mejor preguntar antes que lamentarse.
Probó. La verdad es que estaba muy rico y él pudo notar que le había gustado cuando ella sonrió de forma ligera, llevandose otro bocado a la boca.

Realmente necesitaba azucar. Estaba hambrienta pero el azucar le era primordial porque sentía el cuerpo bastante cansado.

Hyunkel observo lo que hacia la muchacha, al principio puso cara de desaprobacion y cuando le pregunto sonrio como si hubiese estado bromenado con el tema de que se comia.


- Si la parte blanca es comestible, se la conoce como fruto del dragon en estas tierras. Mas que nada por sus vivos colores y porque corria la leyenda de que de ahi nacian los dragones. Antiguamente eran venerados y no podian ser tocados.

Dijo tomando aquella "cazuela" de pan que poco a poco se iba mojando en el guiso sorprendentemente sin deshacerse y comenzaba a comer. Estaba realmente bueno y su cuerpo necesitaba nutrientes. Al momento en que estaban comiendo las bañeras entraron caminando solas y comenzaron a llenarse lentamente con agua caliente la de hyunkel la cual soltaba cierto vapor y la de aria sorprentemente al gusto de ella, era como si sospecharan o supiesen los pensamientos de quienes las iban a contener.

Comió lo suficiente para no sentirse una muerta de hambre. Uno de esos frutos y unas cuantas cucharadas de guiso. Tampoco quería meterse al agua después de haber comido demasiado por lo que quizás terminase de cenar luego. La verdad es que la comida estaba riquísima.

Se levantó y se preguntó a si misma qué debería de hacer con el vendaje. Se quedó observando la piedra por un momento. Ni modo... no se la sacaría pero seguro terminaría por mojarse el vendaje. Esperaba que almenos no sangrase.

-Pues es una pena que no se permitiese tocar estos frutos antiguamente, son deliciosos.- Dijo con voz calma mientras caminaba hasta desaparecer tras aquella especie de biombo.

Si, resultaba raro que las bañeras entrasen caminando pero después de todo, estaba rodeada de magia en su vida diaria, tendría que hacerse costumbre ya el ver ese tipo de cotidianidades.

-Espero que no te moleste pero qusieraya ir metiendome al agua. Tengo la sensación de haber sido sepultada viva, tapada por kilos y kilos de tierra.- En parte había sido así de alguna forma ya que habían estado bajo tierra pero por fortuna la misma no les había presionado los órganos ni el cuerpo.

Le dolía todo, estaba realmente fatigada de cansancio. Se comenzó a quitar la ropa detrás del biombo sin demasiado problema y mientras lo hacía se decidió a hablarle. Quizás era más facil hacerlo con el biombo de por medio, sin tener que verle al rostro. Pudiese ser que así, él no tuviese que fingir pero realmente no creía que no le importase demasiado después de lo sucedido. No creía que hubiese donado de su sangre unicamente por salvarse el pellejo o por no perder a su boleto hacia los cazadores. No... quería creer que en el fondo, ella le importaba aunque fuese un poquito.

-Por cierto... gracias. Por lo de hace rato digo...- Él sabría a lo que se refería o eso esperaba al menos. Había sido reciproco pero no estaba demás agradecerselo.- No fue agradable nada de lo que pasó allí abajo.- dijo mientras se terminaba de quitar la última prenda, congelando su postura por un momento justo al terminar de decir aquello.

Lentamente se fue metiendo a la tina dejando que su cuerpo se sumergiese hasta poco antes de sus hombros. Suspiró de placer sintiendo el agradable contacto del agua tibia contra su piel, relajando un poco los músculos.
Se podía escuchar el leve sonido del agua golpeando contra su cuerpo suavemente y ella podía observar como la suciedad se desprendía de su piel disolviendose en aquel agua. De un momento a otro comenzaría a tallarse la piel para retirar correctamente toda esa capa de mugre innecesaria y poco grata.

Hyunkel termino de comer dejando a un lado los restos del bol comestible, que quizas terminaria despues, hizo lo mismo que la muchacha desde detras del biombo, su sombra se proyectaba en el mismo, ella podia ver su cuerpo y su pecho, tenia musculos en comparacion con otros hombres, no es que fuese enorme pero se veia la forma de su cuerpo en el mismo de semejante manera. Ella escucho el agua moverse cuando el chico rompio su superficie al zambullir su cuerpo, pudo escuchar un suspiro.

- Esto es lo mejor de este plano...

Dijo mientras sus heridas comenzaban a cerrarse de forma magica, el agua de aquel plano tenia una serie de propiedades particulares, cuando se podia la gente sacaba de las fuentes termales el agua la cual los mantenia sanos y sanaba las heridas siempre que no fuesen mortales. Desde huesos rotos a heridas abiertas que hubiesen dejado de sangrar.

- No tienes que darlas.

Fueron sus unicas palabras, no era que no quisiese hablar del tema, ni mucho menos era solo que... bueno, era solo asi.

Y el silencio fue roto de un momento a otro por el canto de la joven.
Era extraño pero no la daba verguenza aunque si la hacía sentir rara. Era mejor que quedarse callados de todas formas y quizás animase un poco las aguas entre los dos.

Él era muy reservado, un ser frío y ella.. bueno, si bien se mostraba como una chica abierta y feliz la mayor parte del tiempo pues también era desconfiada y bastante porfiada. Tenía una vida mucho más dura de lo que solía mostrar a los demás. Hyunkel sabía ya un poco de ello pero no Malkav y los otros.

Solo se dejó de escuchar su voz cuando se sumergió para mojarse el cabello. Ya se había quitado toda la mugre pero el agua estaba tan perfecta que quizo quedarse gozando un poco más de aquella cálida sensación.
Observaba por el rabillo del ojo la silueta apenas disfuminada de Hyunkel tras aquel biombo. La verdad es que las sombras dejaban a la imaginación unas imágenes bastante tendoras y convengamos que ella era humana.. no era antinatural que su mente quisiese completar las cosas.

De todas formas ¿Qué tenía de malo? No lo estaba diciendo en voz alta y tampoco lo estaba espiando. Su propia silueta también debía de estar expuesta para el muchacho vista desde el otro lado de la misma forma.

Hyunkel escucho la voz de la chica en ese momento, una cancion que nunca habia escuchado, siempre habia sido algo extraño para esas cosas pero su voz no era mala, es mas el ritmo era algo hipnotico ya que no era al que estaba habituado, decidio cerrar los ojos y escuchar aquella melodia y sinfonia que de alguna manera lo calmaba. Realmente era como decia la cancion: "no siempre las cosas van bien."

Ella podia ver la silueta del chico en la bañera, salia hasta la altura del pecho y sus brazos se apoyaban en ambos bordes dejando que parte de aquel agua caliente dejase salir el vapor y pudiese realmente notarse la tranquilidad. Al cabo del rato, cuando ella termino aquella musica hynkel mismo decidio acompañar el momento con otra cancion diferente.

Una pequeña cancion mas de taberna que otro tipo de cosas, mas que nada acompañando a la musica que abajo sonaba ya que de alguna manera el se la sabia y hasta se atrevio a bajar la cabeza mientras las gaitas y violines sonaban.

- olvidad que razon os trajo aqui,
y cantad con fuerza
dejad atras cualquier duda que tengais,
y enbriagad la noche.